Los independentistas han recibido con enorme hostilidad la presencia de una serie de ministros en el Gobierno de Pedro Sánchez. No han ocultado su rechazo. Verbalmente y a través de sus medios de comunicación, el bloque secesionista ha mostrado su total animadversión hacia determinados ministros, con Josep Borrell a la cabeza.
Son cinco, al menos, los miembros del Ejecutivo que se han granjeado la enemiga de los separatistas. El actual ministro de Exteriores aparece al frente de este grupo de 'bestias negras'. Borrell, uno de los históricos del PSC, se ha manifestado en forma contundente contra el secesionismo a lo largo de los tiempos. Su libro "Las cuentas y los cuentos de Cataluña" fue un torpedo frontal a la teoría de las balanzas fiscales enarboladas por el Govern de Artur Mas.
Una teoría que avaló la puesta en marcha del eslógan "España nos roba", impulsor del movimiento secesionista que derivó en el intento de golpe de Estado del pasado octubre. Borrell también participó, y fue uno de los más significados oradores, en la magna concentración de banderas españolas que tuvo lugar en Baccelona tras el referéndum ilegal del 1-O. No se lo perdonarán nunca.
Fernando Grande-Marlaska, el titular de Interior, enerva también a los secesionistas. Su dura batalla contra ETA y su entorno desde la Audiencia Nacional, El movimiento de simpatía entre un cierto sector del soberanismo catalán y los abertzales más encendidos alimentan este movimiento en contra dl magistrado, quien se significó en forma clara en el turbio episodio conocido como el 'caso Faisán'. Le acusan de bendecir torturas, de perseguir a héroes de la independencia, de acogotar a "luchadores de la libertad", como se ha podido leer en estas horas. Le consideran un 'españolazo fascista y reaccionario'.
Carmen Calvo. La vicepresidenta del Ejecutivo fue una de las personas en las que Pedro Sánchez delegó para negociar con el Gobierno la implantación del 155. Formó un tandem perfecto con Soraya Sáenz de Santamaría, para quien tuvo palabras de enorme elogio este jueves en el relevo al frente de ese departamento. Calvo es una antinacionalista visceral, que no se esconde ni ocultad su posición sobre este asunto.
Maxim Huerta, el titular de Cultura, tuvo la idea de trasladar a unos tuit su opinión sobre los separatistas. "Me cago en el puto independentismo", escribió en uno de ellos. En JxCat consideran que el escritor y periodista está desacreditado para asumir una cartera de Gobierno.
El propio Pedro Sánchez se granjeó insultos de todo calibre cuando se pronunció en forma contundente sobre Quim Torra, presidente de la Generalitat, por sus escritos y obras de carácter supremacista. El ahora presidente del Gobierno le tachó de "racista", de ser "el Le Pen catalán". Sánchez no se ha excusado por estos comentarios. En pocos días está previsto que el actual 'president' sea recibido en la Moncloa.