Las tres condiciones que Albert Rivera puso ayer sobre la mesa para abstenerse en una hipotética investidura de Pedro Sánchez llevan implícito un cuarto compromiso que se daría una vez formado el nuevo Gobierno socialista, concretamente la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año.
El propio Rivera ha admitido a los suyos que, en el caso de que primero Pablo Casado y luego Sánchez aceptasen sus tres propuestas para la abstención naranja, eso implicaría que el partido tendría que negociar y pactar los Presupuestos de 2020 con socialistas y populares, a los que incluye en dicha ecuación dentro de los "pactos de Estado" que ayer expuso.
En esa negociación con Hacienda se fijaría tanto el techo de gasto como todo el apartado impositivo de las cuentas públicas del próximo año, según indicaron fuentes naranjas a Vozpópuli, quienes admiten que un pacto sobre la congelación -en el mejor de los casos- o de reducción de impuestos condicionaría el resto de los PGE.
Eso sí, la política de gasto sería mucho más restrictiva de lo que Sánchez planteó a Podemos en el llamado 'programa común progresista', a principios de septiembre, con un incremento de 10.000 millones en gasto social.
Impuestos
Rivera alertó en la rueda de prensa de ayer del deseo de Sánchez de incrementar la recaudación de impuestos en 30.000 millones de euros, aunque es una cifra que englobaría toda la legislatura. También se quejó que sólo la repetición de elecciones conllevaría un gasto de más de 175 millones cuando el país se encuentra "al límite", ante el fracaso del presidente del Gobierno en funciones a la hora de cerrar un acuerdo con sus socios.
La mano tendida de Rivera implicaría que Sánchez se olvidase de un tipo impositivo nuevo en el Impuesto de la Renta, a partir de los 150.000 euros de ingresos anuales. Los planes del Ejecutivo socialista era que todo el dinero que exceda de esta cantidad empezase a tributar al 26,5% en el tramo estatal, cuatro puntos más que en la actualidad. Con ello, el tipo máximo del IRPF volvería a alcanzar el 52% en Asturias, Andalucía y Cataluña, según recordó Expansión recientemente.
El PSOE también debería enterrar su deseo de elevar los tipos del ahorro, que ahora se sitúan en el 19-23%, hasta el 30%, pero sólo para aquellos contribuyentes que obtienen más de 50.000 euros por este tipo de rentas y gozan de unos ingresos anuales superiores a los 150.000 euros. El Ejecutivo cifró en 1.500 millones de euros al año la recaudación.