El sector salud está preparado para garantizar el suministro de equipos de protección individual (EPIs) y material sanitario a hospitales y centros sanitarios. Lejos del drama sufrido en la primera oleada, cuando la escasez de material fue una de las mayores pesadillas de las autoridades sanitarias, las comunidades autónomas disponen de un estocaje de equipos de protección para hacer frente al coronavirus para entre dos y cinco meses. Distribuidores y fabricantes piden flexibilizar los contratos públicos de compra de materiales sanitarios y medicamentos para agilizar esos procesos de compra.
Así se puso de manifiesto en el 20º Congreso del Sector Salud que arrancó este miércoles, de forma virtual, organizado por la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). La organización engloba tanto a las mayores compañías como a las pequeñas y medianas empresas y representa a sectores tan diferentes como alimentación y bebidas, textil, electro o salud y hostelería, entre otros. Cuenta con más de 30.000 empresas asociadas y su facturación conjunta supone cerca del 20% del PIB nacional.
En la primera jornada del Congreso se han reunido más de 150 profesionales para analizar cómo ha cambiado la cadena de suministro del sector desde el inicio de la crisis del coronavirus. Entre los temas más importantes, las medidas que se adoptaron para evitar los problemas de desabastecimiento que se produjeron en el mes de marzo.
Garantizar la llegada de material
El presidente del Comité AECOC del Sector Salud y jefe de Compras y Políticas de Distribución del Institut Català de la Salut (ICS), Xavier Alarcón, aseguró que, actualmente, las comunidades autónomas disponen de un estocaje de material de protección frente a la covid-19 que varía entre dos y cinco meses.
La crisis sanitaria, apuntó Alarcón, ha puesto a la cadena de suministro sanitario, que nunca ha sido protagonista, "bajo los focos" y esa cadena, aseguró, está preparada para garantizar la llegada de material a los centros sanitarios si se producen nuevas situaciones de emergencia. Además del stock de previsión, indicó, los proveedores nacionales "han acelerado en la producción de estos materiales, lo que nos hace menos dependientes de países a los que recurrimos por la urgencia del momento, sin que fueran nuestros proveedores habituales".
El aumento de la producción nacional, subrayó Alarcón, garantiza también una garantía a la hora de "disponer de material con todas las certificaciones de calidad necesarios", evitando así situaciones como las que se dieron al inicio de la crisis en un escenario que tildó de "cambiante, inesperada y caótico".
Flexibilizar los contratos públicos
Entre los retos de futuro, el portavoz del Sector Salud de AECOC apuntó, además de digitalizar la cadena de suministro o la incorporación de nuevas tecnologías, la flexibilización de los contratos públicos de compra de materiales sanitarios y medicamentos para agilizar esos procesos de adquisición.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentaba este miércoles el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española y afirmaba que se modificará la ley de contratación del sector público lo que afectará a todos los ámbitos, incluido el sanitario.
En AECOC se considera una buena noticia "para introducir una flexibilidad que hasta ahora no existía". Esos cambios permitirán "a los gestores dotarse de herramientas que permitan una contratación mucho más ágil", según se manifestó en el Congreso.
Así, según Esmeralda Martos, responsable del departamento jurídico de Tesera de Hospitalidad, una asesoría dedicada exclusivamente a la contratación pública sanitaria, la actual ley propone esquemas "excesivamente rígidos" para las necesidades del sector salud aunque, matizó, tiene "teclas que se pueden activar para permitir la conexión entre los gestores públicos y la industria".
Un sistema dinámico de adquisición
En el Congreso también intervino Paula Hors, directora del Servei Agregat de Contractacions Administratives del Consorci de Salut i Social de Catalunya. Su intervención se centró en las ventajas del Sistema Dinámico de Adquisición (SDA) sobre los acuerdos marco para la contratación pública de medicamentos y materiales sanitarios.
Según este sistema, las empresas disponen de diez días para presentar ofertas sobre las licitaciones presentadas. Hors detalló que se trata de un procedimiento totalmente electrónico y su vigencia está regulada en el pliego de condiciones, y no limitada a cuatro años, como en los acuerdos marco. Entre sus ventajas, desgranó que "no cierra el mercado" y admite la introducción de nuevas empresas en el sistema.
También permite la introducción de nuevos productos, como los diferentes tipos de test disponibles que van apareciendo y, remarcó, reduce los plazos de forma notable. Cuando los hospitales tienen necesidad de material, pueden licitar directamente con las empresas seleccionadas y formalizar contrato, explicó Hors.