La expansión del SARS-Cov-2, también conocido como "coronavirus de Wuhan", ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas. Por el momento, el brote del virus lleva más de 97.000 casos confirmados en el mundo, de los cuales 365 corresponden a nuestro país, según los últimos datos compartidos por el Ministerio de Sanidad. A última hora de la tarde de este viernes, el número de fallecidos en España por el Covid-19 era de seis personas.
Más allá de lavarse mucho las manos -imprescindible para evitar la propagación del virus- otra de las mejores medidas de contención es contar con la información adecuada. ¿Cómo se transmite el virus? ¿Se mantiene en las superficies? ¿Si me tosen en la cara, qué hago? Aquí aspiramos a responder algunas de estas preguntas.
¿Cómo se contagia?
El ya conocido como coronavirus de Wuhan se transmite entre humanos de manera muy similar a la gripe común. Al tratarse de una afección respiratoria, la principal vía de contagio son las "gotillas" de líquido que expulsamos cuando estornudamos o tosemos.
Un virus es un pequeño microbio codependiente que se aferra a una célula, la invade, se reproduce y pasa a su siguiente huésped. Los virus de por sí no pueden viajar solos. Es por ello que cuando una persona contagiada tose o estornuda, transporta sin querer los virus atrapados en estas gotas de moco y saliva, que "aterrizan" en las personas y superficies de su alrededor.
¿A quién afecta más?
Cualquier persona es susceptible de contagiarse del virus. No obstante, de acuerdo con diversos estudios, ha quedado constancia de que las personas mayores y aquellas que cuentan con patologías previas son más vulnerables a la enfermedad, por lo que son consideradas población de riesgo.
Los niños, por el contrario, son de los que mejor aguantan contra esta epidemia, lo cual no quiere decir que no sean propensos a contagiarse igual que los adultos. Sólo implica que superan con más facilidad la enfermedad. Puedes consultar el perfil de los contagiados aquí.
¿Cómo me protejo?
Durante semanas, las autoridades sanitarias han insistido en la importancia de extremar las medidas de higiene, en particular la de lavarse las manos, ya que las gotillas de líquido de las que hablamos antes pueden quedarse en superficies que luego tocamos, por ejemplo.
Mientras que no pueden atravesar nuestra piel, si nos tocamos la cara, la boca o los ojos pueden suponer una forma de contagio. Es por ello que lavárselas -tanto con gel desinfectante como con jabón- es una de las maneras más eficaces de frenar el virus.
Las mascarillas, por el contrario, apenas sirven en personas sanas, algo que desde el Ministerio de Sanidad y la OMS llevan repitiendo desde que comenzó el brote. Son eficaces, ante todo, para evitar que una persona enferma transmita la enfermedad cuando tosa o estornude.
Por otro lado, debido a la escasez de mascarillas que está provocando la expansión del Covid-19, la comunidad médica insiste en la necesidad de evitar comprarlas si no son necesarias, para que puedan disponer de ellas las personas que realmente las necesitan: el personal médico y los enfermos con otras patologías, como los oncológicos.
En cualquier caso, insisten en la necesidad de que a la hora de toser y estornudar, uno se cubra la boca y la nariz tanto con el codo como con un papel desechable.
¿Se propaga a través del aire?
Por el momento, aunque hay algunos estudios que defienden que puede sobrevivir en el aire en espacios cerrados, no se tiene evidencia firme de que el SARS-CoV-2 -el nombre científico de este coronavirus- sobreviva en el aire durante largos periodos de tiempo y pueda moverse grandes distancias, por lo que no está considerado una vía principal de contagio.
El sarampión, por el contrario, sí que es un virus que sobrevive en el aire hasta horas después de que una persona contagiada estornude o tosa.
¿Qué pasa si me topo con una persona enferma?
Existen muchas variables que determinan el contagio: la distancia a la que nos situemos de una persona contagiada, cuánto tiempo estamos con ella, si tose o estornuda sobre nosotros y si nos tocamos la cara acto seguido, entre otras cosas.
También es importante tener en cuenta nuestra edad y nuestro propio estado de salud, así como si nos encontramos o no en un espacio cerrado, donde la propagación es más común.
De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, lo más seguro es situarnos a dos metros de una persona enferma para evitar el contagio, aunque depende de la cantidad de tiempo que pasemos con esa persona.
¿Me puedo contagiar de alguien que no presenta síntomas?
Sí, pero es muy poco probable. De acuerdo con un estudio científico publicado en la revista científica JAMA, las personas asintomáticas -es decir, que están incubando el virus pero no presentan síntomas- pueden transmitir el Covid-19.
Se sospecha que es lo que ha ocurrido en el norte de Italia, donde la identidad del paciente cero aún es un misterio. No obstante, la comunidad científica descarta que sean el principal foco de la epidemia, ya que tienen menos capacidad de transmitir el virus que las personas que padecen Covid-19.
¿Cómo sé si tengo coronavirus? ¿Qué hago si creo que lo tengo?
Si presentas síntomas como tos, fiebre, dificultad para respirar o dolor de garganta y crees que has estado en alguna de las zonas de riesgo o en contacto con alguien que haya estado en las mismas, así como en contacto con una persona enferma, lo principal es contactar con el 112 y explicar tu situación.
En caso de ser un potencial caso de coronavirus, profesionales sanitarios se trasladarán a tu domicilio, donde te harán la prueba diagnóstica. Es importante intentar no entrar en contacto cercano con otras personas hasta que se confirme si padeces o no Covid-19.
¿Cómo de peligroso es?
Después de estudiar más de 44.000 casos, el Centro Chino para el Control y la Prevención de Enfermedades (CCDC, por sus siglas en inglés) ha establecido que el virus afecta de manera leve a una inmensa mayoría de los afectados: un 81%.
La mayor parte de los casos de contagio se dan en la población que tiene entre 30 y 79 años, donde se presenta una tasa de mortalidad cercana al 2,3%. No obstante, el nivel de mortalidad aumenta en función de la edad de la persona afectada.
¿Cuál es el periodo de incubación del virus?
El periodo medio de incubación del virus es de 2 a 14 días, que son las cifras que marcan las autoridades sanitarias y la OMS. No obstante, puede alcanzar hasta 24, de acuerdo con un último estudio llevado a cabo por 37 investigadores de hospitales y universidades China y coordinado por el famoso epidemiólogo Zhong Nanshan, uno de los mayores expertos del SARS-Cov-2.
¿Se mantiene el virus en superficies?
Sí, pero temporalmente. Si bien es cierto que el virus puede estar presente en superficies, sólo se mantiene en las mismas de manera temporal, aunque se desconoce durante cuánto tiempo. Según la OMS, se estima que durante unas dos horas, aunque no se sabe a ciencia cierta.
Es por eso que ciertos objetos, como las barras del metro, los picaportes de las puertas o las bandejas que utilizamos en los aeropuertos para colocar nuestro equipaje pueden ser una fuente de propagación de virus. También nuestros móviles y ordenadores, siempre y cuando alguien infectado haya estado en contacto con ellos. No obstante, todas esas superficies se pueden desinfectar fácilmente con un desinfectante común.
¿Quiere esto decir que los paquetes que proceden de China tienen coronavirus?
A pesar de que el coronavirus puede mantenerse en las superficies durante unas pocas horas, es muy poco probable que aguante en dicha superficie si es manipulado o expuesto a diferentes condiciones ambientales y de temperatura, según apunta la propia OMS.
Es por ello que desde la organización insisten en que no hay ningún motivo de riesgo para sospechar que cualquier tipo de paquete que proceda de una zona de riesgo -ya sea China o el norte de Italia, entre otras- pueda transmitir coronavirus.
¿Pueden nuestras mascotas transmitir el virus?
Por el momento, no se ha registrado absolutamente ningún caso en el que una mascota haya sido el punto de transmisión de Covid-19 o por el contrario, que haya sido contagiado por su dueño, por lo que las autoridades sanitarias descartan esta hipótesis, a pesar de que se trate de un virus de origen animal.
