La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado el uso de mascarillas de tela a los ciudadanos que viven en países con transmisión comunitaria de coronavirus y en los momentos en los que se puede garantizar el distanciamiento físico como, por ejemplo, en el transporte público.
Estas mascarillas, según ha explicado en una rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, deben constar de, al menos, tres capas de material diferente, si bien ha insistido en que el uso por sí solo de estos productos no protege frente al nuevo coronavirus.
Para las personas mayores de 60 años, o a aquellas con patologías de riesgo, el organismo de Naciones Unidas aconseja la utilización de mascarillas quirúrgicas en las situaciones en las que no se puede garantizar una distancia entre personas de unos dos metros.
Cambio de criterio
Hasta ahora, el organismo de Naciones Unidas sólo recomendaba las mascarillas quirúrgicas a las pacientes de la covid-19, la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, así como a sus cuidadores y a los profesionales sanitarios que tratan casos sospechosos o confirmados.
Sin embargo, en la nueva guía publicada sobre el uso de mascarillas para controlar la pandemia, el organismo de Naciones Unidas recomienda las quirúrgicas para todas las personas que trabajan en centros de salud, independientemente de si tratan o no a pacientes con Covid-19.
No obstante, Tedros ha insistido en varias ocasiones que el uso de las mascarillas debe de ir acompañado de la higiene de manos y el distanciamiento físico. "Las mascarillas no reemplazan al distanciamiento físico, la higiene de manos y a otras medidas de salud pública. Sólo son beneficiosas como parte de un enfoque integral en la lucha contra el Covid-19", ha zanjado.