A punto de cumplir un mes tras el final del estado de alarma, los brotes que se han sucedido en los últimos días han vuelto a elevar el nivel de alerta frente a la covid-19 por todo el país. Este mismo viernes, el Ministerio de Sanidad ha registrado hasta 628 nuevos casos, que ponen de relieve la fragilidad de la 'nueva normalidad' y la rapidez con la que el virus puede volver a ponernos en jaque.
A día de hoy, hay en torno a 158 focos activos y preocupa especialmente la situación en Aragón y Cataluña, donde la comarca de El Segriá lleva en torno a dos semanas confinadas. En Cataluña, las autoridades de Barcelona han recomendado a la población de la ciudad y sus alrededores que no salgan de casa en caso estrictamente necesario, al igual que en Zaragoza. En Cataluña, también se han impuesto otro tipo de restricciones, como nuevas limitaciones de aforo en establecimientos y la prohibición de hacer reuniones con más de diez personas.
La situación preocupa sobremanera al Ministerio de Sanidad, que ya ha reconocido que en estas dos regiones hay transmisión comunitaria. Con el objetivo de evitar que la segunda oleada llegue antes del otoño, desde el Gobierno han elaborado un plan para establecer una estrategia común con las comunidades autónoma para atajar estos nuevos brotes de la manera más eficiente posible.
Plan contra los brotes
Este plan tiene como objetivo servir de guía a las comunidades autónomas, que serán las encargadas en todo momento de gestionar estos brotes e imponer las medidas que consideren necesarias. También podrán ser ellas las que dictaminen la imposición de confinamientos selectivos en caso necesario.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad sólo intervendrá cuando uno de estos brotes afecte a más de una comunidad. Será entonces cuando, a través del Consejo Interterritorial de Salud podrá establecer medidas comunes en colaboración con las propias autonomías para atajar el foco.
Las tres 'M'
¿Con qué herramientas cuentan las comunidades autónomas? Además de las potenciales restricciones que puedan imponer, los expertos insisten en que lo más importante continúa siendo la responsabilidad individual de la población, evitar los relajamientos y el comportamiento irresponsable y respetar las tres 'M': dos metros de distancia de seguridad, lavado de manos y mascarilla.
De hecho, la inmensa mayoría de las comunidades autónomas han decretado el uso obligatorio de mascarillas como método ante los nuevos focos, incluso cuando se pueda mantener la distancia de seguridad. Por el momento, las únicas autonomías que no se lo plantean son la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana.
Herramientas de rastreo y refuerzo sanitario
No obstante, sin duda la parte más importante para poder detectar los brotes a tiempo y evitar más situaciones de transmisión comunitaria es el el estudio de contactos o rastreo de contactos. Resulta fundamental para poder detectar los nuevos brotes, ya que son los profesionales encargados de contactar a las personas que han estado en contacto con los nuevos positivos y así evitar que se expanda. En muchas comunidades el número de rastreadores no sólo es escasa, sino que apenas llega a los estándares europeos.
Otro de los requerimientos las comunidades autónomas que ha hecho el Gobierno en su plan frente a los rebrotes es el refuerzo sanitario. La idea del Ministerio de Sanidad es que la atención primaria, la hospitalaria y la de urgencias trabajen de manera coordinada, como un sólo ente. Para ello, no sólo hace falta más coordinación, sino una inyección de personal en atención primaria y contar con una reserva obligatoria para dos meses de medicamentos y productos sanitarios, como mascarillas o guantes.
¿El objetivo? Evitar que se repita la situación de la pasada primavera y no tener que recurrir a un nuevo estado de alarma, una medida que desde el Gobierno quiere evitar a toda costa, aunque no descartan en caso de que se la situación sea extrema.