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Las consecuencias de que Sanidad no haya impuesto una cifra mínima de rastreadores: 8.000 en Andalucía y 360 en Madrid

Al contrario de lo que ocurre en otros países, el departamento de Salvador Illa no ha impuesto un número mínimo de rastreadores, por lo que cada autonomía utiliza sus propios criterios para determinar cuántos necesita 

  • Madrid cuenta con un rastreador por cada 18.000 habitantes

Uno de los problemas que más han puesto de relieve los ya más de 400 brotes que hay por todo el país es la obvia falta de rastreadores que hay en algunas zonas de España. Según la mayor parte de los expertos, debería haber un rastreador por cada 5.000 habitantes, la misma tasa que por ejemplo el Gobierno de Alemania ha impuesto desde el principio de la pandemia.

En nuestro país, a pesar de los esfuerzos que están realizando ahora muchas comunidades con el aumento de los nuevos focos, muy pocas autonomías cumplen con ese ratio. Esta fase de la 'nueva normalidad' implica que la responsabilidad de controlar los brotes depende de las comunidades autónomas, que son las encargadas de gestionar los rebrotes e imponer nuevas restricciones en caso necesario.

Desde el Ministerio de Sanidad presentaron hace algunas semanas el Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia por covid-19, que pretende servir como guía para las autonomías a las medidas a seguir en función de la evolución de la situación epidemiológica.

En dicho documento, desde el Paseo del Prado hacen especial hincapié en la necesidad de que las comunidades puedan "garantizar una capacidad de detención suficiente para detecta el incremento de la transmisión en la población" en un apartado donde hace una clara referencia a los sistema de alerta precoz y los famosos rastreadores. No obstante, en ningún momento imponen una tasa mínima de estos profesionales por número de habitantes, dejando a la elección de cada comunidad autónoma cuántos rastreadores contrata.

Asturias y Andalucía, a la cabeza 

Como consecuencia, el mapa de los rastreadores y la capacidad de detención de brotes es especialmente heterogéneo. Mientras que desde Andalucía han apostado notablemente por reforzar este área y cuentan con más de 8.000 de estos profesionales para toda la región, contando con médicos y enfermeros de Atención Primaria.

La tasa ideal, como señalamos anteriormente, es de aproximadamente un rastreador por cada 5.000 habitantes o 20 de estos profesionales por cada 100.000 personas. En el caso andaluz, cuentan con unos 100 rastreadores por cada 100.000 personas o lo que es lo mismo, uno por cada millar de andaluces, aproximadamente.

En proporción de rastreadores, no obstante, le supera Asturias, que cuenta con más de 200 por cada 100.000 habitantes. No obstante, teniendo en cuenta su población, necesitan muchos menos profesionales dedicados al estudio de contactos para poder cubrir sin problemas la tarea de controlar los nuevos brotes.

Madrid: un rastreador por cada 18.000 habitantes 

La situación contrasta radicalmente con las tasas que presentan Madrid y Cataluña, por ejemplo. Cuando empezó el proceso de desescalada, desde el Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso, prometió contratar a 400 profesionales para este cometido. Hasta la semana pasada, según reconoció el vicepresidente de la CAM, Ignacio Aguado, en la CAM sólo había 182 rastreadores.

Este martes, además de decretar el uso obligatorio de la mascarilla incluso respetando la distancia de seguridad y anunciar la puesta en marcha de la polémica 'cartilla covid-19', Ayuso también especificó que reforzarían los servicios de rastreo hasta contar con 360 personas dedicadas al estudio de contactos. Esto implica que habrá un rastreador por cada 18.000 habitantes.

Una tasa que era muy similar a la de Cataluña hasta hace muy poco, ya que comenzó la 'nueva normalidad' con apenas 120 rastreadores, lo que implicaba un rastreador por cada 63.000 habitantes, uno de los principales motivos de descontrol del brote. La Generalitat ha reconocido públicamente que faltan personal y ha reforzado estos servicios, según explicaba hace unos días la consellera de Salut, Alba Vergés.

Ante el aumento de casos se prometió contratar a un mínimo de 500 profesionales en Cataluña bajo la figura de los ‘Gestores COVID’. Se trata de "perfiles de atención ciudadana que trabajarán en el ámbito de la atención primaria y que recogerán todos los datos del paciente sospechoso o que haya dado positivos, así como los de sus contactos", explicó la consellera. De esta manera cuentan con 120 telefonistas, que pueden ampliarse a 900 personas. Con este refuerzo, la situación de Cataluña cambia radicalmente y les sitúa con un rastreador por cada 8.000 habitantes, que si bien sigue sin cumplir con las recomendaciones, se trata de un avance.

Conclusión: pasamos muchos casos por alto 

Esta heterogenia y falta de profesionales en ciertas zonas tiene una consecuencia muy obvia: estamos pasando por alto muchos nuevos contagios. De hecho, según se desprende del informe 'Situación por covid-19 en España' que publica el Instituto de Salud Carlos III, donde analiza los casos hasta el pasado 15 de julio, España sólo logra detectar hasta tres contactos de cada nuevo diagnóstico de coronavirus.

Las diferencias entre comunidades en este sentido también son muy grandes y no siempre las que más rastreadores tienen son las más eficientes. En Canarias, los servicios de rastreo son capaces de identificar hasta 27 contactos de cada nuevo casos, mientras que en Cataluña, donde Barcelona se ha convertido en el nuevo foco del virus, apenas logran identificar a dos contactos de cada caso. 

Madrid se sitúa también a la cola, muy cerca de Cataluña, ya que los 'rastreadores' de la comunidad sólo logran detectar como máximo hasta 3 contactos de los nuevos casos, igual que ocurre en Asturias y Castilla-La Mancha.  Según las cifras del Carlos III, Canarias es la comunidad autónoma con más capacidad de rastreo a partir de los nuevos casos. De media, localizan entre 3 y 27 personas con las que estos nuevos contagios han tenido un contacto más o menos estrecho. Le siguen Melilla, Andalucía y Extremadura. 

Otro de los datos que pone de relieve la falta de rastreadores en nuestro país es el número de casos detectados sin ningún contacto conocido. En Cataluña, ascienden a 7.206 personas -a fecha de 15 de julio-. En Madrid, son unas 1.186 personas, seguida de Castilla-La Mancha, con 895 casos sin contactos conocidos. Melilla es la región que menos contagiados sin contactos conocidos tiene, con tan sólo 5 casos.

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