El Ministerio de Sanidad portugués ha confirmado este sábado seis nuevos fallecimientos y 323 contagios en el país, la mayoría de ellos en las zonas de Valle del Tajo y el área metropolitana de Lisboa.
El número de contagios es sensiblemente menor que los 451 de viernes, el número más alto desde el pasado 8 de mayo, en un balance emitido a menos de una semana de que se imponga de nuevo el confinamiento de parte de la región de Lisboa.
Sumando estas cifras, Portugal ha confirmado ya un total de 41.189 casos y 1.561 fallecidos, de acuerdo con el balance recogido por el diario portugués Publico.
Como viene siendo habitual en las últimas semanas, Lisboa y Valle del Tajo siguen siendo el principal punto de preocupación de las autoridades portuguesas, al concentrar la mayoría de nuevos casos (225 en las últimas horas, casi un 80 por ciento de los nuevos contagios).
En las últimas horas se han recuperado otras 231 personas, hasta un total de 26.864 altas. No obstante, todavía quedan 442 personas hospitalizadas (15 menos que el día anterior) de las cuales 70 están en cuidados intensivos (tres más que el viernes).
Como otra nota negativa a resaltar, los casos en activo han vuelto a aumentar, 86 en las últimas 24 horas, hasta las 12.764 personas, en el sexto día consecutivo de subida de este apartado.
Dada la situación, a partir del próximo miércoles, los tres millones de habitantes de 19 áreas de Lisboa -no afecta a la zona centro de la capital- solo podrán salir de casa para hacer la compra, ir al trabajo o acudir al médico. Además, las reuniones estarán limitadas a un máximo de cinco personas.
La ministra de Salud, Marta Temido, ha admitido en rueda de prensa la "dificultad para romper las cadenas de transmisión" en el caso de Lisboa, por lo que ha anunciado que se reforzarán los trabajos de salud pública para vigilar casos y rastrear contactos, según 'Publico'.