España ha subido ocho puestos en septiembre en el 'Ranking de resiliencia covid de Bloomberg', que refleja dónde "se está manejando el virus de manera más efectiva con la menor agitación social y económica".
La lista tiene en cuenta indicadores que abarcan desde la contención de la enfermedad hasta la reducción de las restricciones fronterizas en las 53 economías más grandes del mundo.
Y España ha salido muy bien parada en la última clasificación, solo por detrás de Irlanda, que ha subido tres puestos quitándole el podio a Noruega, que de su lado ha caído hasta el décimo. Las naciones europeas se encuentran ahora en los peldaños más altos, entre ellas los Países Bajos, Francia, Dinamarca y Suiza, aunque en la lista de los 10 primeros también se cuelan los Emiratos Árabes Unidos.
Por otro lado, la primera potencia mundial, Estados Unidos, se derrumba hasta el puesto 28 tras la normalización sin restricciones, independientemente del estado de vacunación, que generó un aumento en los casos y en las muertes por coronavirus.
Finalmente, la parte más baja la ocupa la región de Asia-Pacífico, en concreto Indonesia, Tailandia, Malasia, Vietnam y Filipinas. Otro caso interesante es Nueva Zelanda, que ocupó el primer puesto el pasado noviembre y ahora ha descendido hasta la posición 38 después de una incursión de la variante delta en el país tras meses sin el virus, que le ha dejado en diversos grados de bloqueo mientras se esfuerza por aumentar los niveles de vacunación.
OMS
Varios países se están preparando para administrar una tercera dosis de la vacuna con la esperanza de contribuir a normalizar las actividades económicas y sociales, trastocadas por la pandemia.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido retrasar esta campaña de refuerzo y que los esfuerzos se centren en administrar la pauta original en el mayor número de países posible, entre ellos los más pobres, donde el proceso avanza lento por los problemas de acceso a las dosis o la fragilidad de sus sistemas sanitarios.
Esto ha sido calificado como "una vergüenza para toda la humanidad" por el director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que aseguró recientemente que mientras la desigualdad en la administración de las vacunas persista, el riesgo de que surja otra variante destructiva es cada vez mayor.