Alemania fue el primer país donde se planteó la idea de los pasaportes de inmunidad. ¿En qué consiste? Sería un certificado que expedirían las autoridades a aquellas personas que han superado el coronavirus y que eximiría del confinamiento a millones de trabajadores, ya que certificaría que habrían desarrollado inmunidad y estarían protegidos de manera natural ante el virus. Como consecuencia, podrían salir a la calle.
Cada vez son más los líderes internacionales y regionales que se plantean esta iniciativa, como el primer ministro británico, Boris Johnson, como el president de la Generalitat, Quim Torra, aconsejado por el conocido epidemiólogo Oriol Mitjá. Incluso han surgido en los últimos días empresas que anuncian estos pasaportes en forma de app móvil, con usos como controlar la audiencia en los partidos de fútbol o conciertos de cara a la desescalada.
La premisa, como hemos explicado antes, es bastante sencilla: comprobar a través de un estudio masivo -como el estudio serológico que supuestamente el Gobierno pondrá en marcha este lunes- qué parte de la población ha superado el virus y a aquellos que sean inmundes, otorgarles un carné, pasaporte o certificado que les permita trabajar y salir de la cuarentena. En pleno debate sobre cómo será el fin del confinamiento, parece tener mucho sentido.
No obstante, como todo en esta pandemia, la realidad no es nada sencilla. Son muchos los expertos que plantean dudas sobre esta iniciativa, ya que alegan que a día de hoy aún no se sabe si la inmunidad que se obtiene tras superar el SARS-CoV-2 dura lo suficiente como para protegernos del virus. De hecho, el propio Mitjá ha asegurado que "hay que madurar" la medida.
"No sabemos cuánto dura"
La principal preocupación de los expertos es que ofrecer estas certificaciones puede dar una falsa sensación de seguridad. A día de hoy, no se tiene ninguna certeza de que una vez superado el virus una persona sea inmune para siempre y no pueda volver a infectarse.
Si bien con la inmensa mayoría de los coronavirus conocidos y otros virus, como el de la gripe, el cuerpo humano genera inmunidad tras superar la enfermedad, en el caso del SARS-CoV-2, es algo más complicado. "La verdad que aún no sabemos como funciona", apuntaba Adolfo García-Sastre, vírologo y jefe de patógenos emergentes del Hospital Monte Sinaí de Nueva York.
"Es un virus completamente nuevo, por lo que aún no sabemos con certeza cuánto afectará la inmunidad natural que se desarrolla en el que puedas o no puedas ser infectado", explicaba hace unos días en una entrevista con Vozpópuli. "La única certeza es que a día de hoy no se puede decir con seguridad que una vez pases este virus vayas a ser inmune por completo", aseveró.
Ildefonso Hernández, catedrático de Salud Pública y responsable de exdirector general de Salud Pública del Ministerio de Sanidad y Política Social durante la gripe A, también tiene muchas dudas al respecto:"es una imprudencia", sentencia. Según explica, las pruebas de anticuerpos que detectan la inmunidad tienen una exactitud limitada y la incógnita de cuánto dura esta inmunidad sigue más que presente.
No obstante, señala que es probable que dure un año, como ocurre con otros coronavirus. "Lo que sí sabemos es que de los siete coronavirus que conocemos -dos de los cuales son graves, el SARS y el MERS- se desarrolla una inmunidad parcial que puede durar meses, o incluso un año", señala.
Por otro lado, añade que es una medida difícil de poner en marcha no sólo desde el punto de vista sanitario: "Más allá de eso, tiene un encaje jurídico muy difícil", explica. "La verdad que a día de hoy no sabemos cómo funciona la inmunidad que se desarrolla ante el coronavirus y lo que es más importante, no sabemos cuánto dura", apunta Hernández.
"Además, la pregunta real es: ¿un pasaporte inmunológico para usarlo cómo? Tendrían que tenerse en cuenta muchísimos factores, ya que implicaría limitar la libre circulación y puede entrar en conflicto con derechos fundamentales, como el derecho a la intimidad", añade.
No obstante, este experto en Salud Pública está muy a favor de que se pongan en marcha estudios inmunológicos no solo por parte del Gobierno, si no por las propias empresas, como es el caso de SEAT, que ha comenzado a hacer test entre sus trabajadores para protegerles y como medida de prevención.
El Govern está replanteándose la medida
La iniciativa del grupo de trabajo que lidera Oriol Mitjà, un documento de 46 páginas al que ha tenido acceso la agencia Efe, propone una "acreditación de inmunidad equivalente al actual carné de vacunación" y que tiene el propósito de "acelerar la vuelta al trabajo, escuelas y a la vida social de forma segura".
Los expertos señalan que esta acreditación combinaría diferentes test para conocer el estado inmunitario y la capacidad de infección de cada individuo, combinado datos serológicos y de contactos. Este "pasaporte serológico" permitiría el acceso a "espacios con alto riesgo de transmisiones", indica el documento.
El mismo documento del doctor Mitjà considera también que esta acreditación, de aplicarse, debería ser una medida "de emergencia y extraordinaria", con una duración "temporal determinada" para desaparecer cuando sea posible.
Consideran igualmente que se deberían tener en cuenta criterios de bioética, equidad, privacidad y universalidad, garantizando el cumplimiento de las normas europeas en el uso de datos personales. El grupo de expertos reconoce que habría que establecer mecanismos de rendimiento de cuentas como una manera para evitar "de manera contundente mercados de datos personales y el control de los datos por parte de las grandes tecnológicas y del Estado". Desde el Govern, todavía no tienen nada claro que se vaya a poner en marcha por el momento. Habrá que esperar a que avance la desescalada para ver qué ocurre.