La planta 22 del Hospital de la Defensa Gómez Ulla de Madrid, donde se ubica la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN), una unidad de élite inaugurada en 2015, tras la crisis del ébola, vuelve a estar cerrada. Sus trabajadores, medio centenar, han sido reubicados por todo el centro sanitario ejerciendo funciones que no tienen que ver con su formación en bioseguridad para trabajar con pacientes infectocontagiosos de alto riesgo. "Es un escándalo porque es una joya y en estos momentos resultaría muy útil por sus prestaciones", apuntan fuentes sanitarias sobre el cierre de esa unidad en plena segunda oleada del coronavirus.
El Hospital Militar Gómez Ulla, gestionado por el Ministerio de Defensa, atiende a población civil desde 2011 y tiene 500 camas. Cuenta con 600 trabajadores, la gran mayoría con contratos eventuales, incluidos lo que trabajan en su unidad de élite. En estos días, con Madrid como epicentro europeo de la pandemia del coronavirus, el centro sanitario tiene más de un centenar de pacientes hospitalizados en camas de agudos y siete en la Unidad de Cuidados Intensivos.
Precisamente el repunte de casos en Madrid hizo que, hace apenas unos días, Defensa desplegase una batería de carpas en el centro sanitario ubicado en el barrio de Carabanchel. Las tiendas están instaladas en el aparcamiento del hospital y su función es cumplir labores de triaje hospitalario, recepción y división de pacientes en función de su afección.
Sin explicaciones de la clausura
En este contexto, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), a través de trabajadores de este hospital, denunciaba la pasada semana que la planta 22 está cerrada desde el pasado 8 de julio sin que la dirección del centro "haya ofrecido explicaciones de esta clausura". Sus trabajadores -en torno a 50, entre médicos, enfermería, auxiliares de enfermería y celadores- han sido reasignados a otros puestos. Sin embargo, las Urgencias y la UCI del hospital, continuaban, "están saturadas por la afluencia de casos y la falta de personal, lo que hace más incomprensible el cierre de la citada planta".
No es la primera vez que la planta 22 del Gómez Ulla es objeto de polémica. De hecho, según fuentes sanitarias que conocen bien la situación de esa unidad de élite consultadas por Vozpópuli, indican que lleva tiempo arrastrando "muchos problemas" y "abriendo y cerrando". La explicación que han dado, añaden, "ninguna" pese a ser "una planta que es una joya y podría ser muy útil con una buena organización. Una pena porque la formación de sus trabajadores hubiera sido un lujo en esta pandemia y no sólo no están allí, además la situación que tienen ahora es caótica".
Una unidad para la alertas sanitarias
En 2015, el Consejo de Ministros aprobaba una dotación de 10 millones de euros para reforzar el equipamiento de la UAAN del Gómez Ulla. La entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, remarcaba en aquel año que esa unidad no sólo sería útil para el abordaje de la crisis de ébola. Su razón de ser era prepararse para futuras eventualidades.
Sin embargo, con el coronavirus acechando nuevamente con fuerza el sistema sanitario español, y particularmente la comunidad de Madrid, esa unidad de élite está, nuevamente, clausurada. Ya el pasado mes de febrero, su estado era de 'no activación' pese a que, en un primer momento, se pensó que sería el destino donde pasarían la cuarentena los españoles procedentes de la ciudad china de Wuhan, repatriados cuando estallaba la epidemia del coronavirus. Sus trabajadores se asignaron entonces a la planta 17, donde los repatriados pasaban la cuarentena.
Nuevamente, en marzo, en los momentos álgidos de la pandemia, Vozpópuli desvelaba que la planta 22 había echado el cierre. La unidad permanecía en estado de 'no activación', su estado natural, contaban entonces algunos de sus trabajadores, salvo en caso de alerta sanitaria, la que atravesaba Madrid en aquellos días, con hospitales desbordados que acumulaban más de mil pacientes covid.
Deshacerse de los contratos indefinidos
Medio año después, la planta 22 está completamente clausurada, confirman desde CSIF. Tras consultar a sus trabajadores, el sindicato de funcionarios lo achaca "al deseo del director del Gómez Ulla de deshacerse de los contratos indefinidos de estos empleados. Una modalidad de contrato que se estableció por la importancia de la labor a desarrollar por parte de este personal". Vozpópuli ha intentado contrastar esta información con el Ministerio de Defensa sin obtener respuesta.
A esto se suman las reclamaciones laborales que, en este caso desde CCOO Sanidad Madrid, recuerdan que sus trabajadores vienen haciendo desde hace años en un centro sanitario donde más del 45% de la plantilla lleva años con contratos sucesivos de personal eventual y donde no se ha abordado la "adecuación real de la plantilla estructural a la presión asistencial".
Dos unidades en Madrid
Para CSIF, con el "aumento exponencial" de casos de coronavirus y en una comunidad donde ya se han puesto en marcha confinamientos en diferentes distritos sanitarios es "una gran irresponsabilidad, una insensatez y un enorme peligro mantener cerrada esta planta, una de las siete unidades de aislamiento de alto nivel que existen en España". Se refieren a las dos que hay en Madrid -además de la del Gómez Ulla está la del Hospital Universitario La Paz-Carlos III la y a las existentes en Barcelona, Sevilla, Valencia, San Sebastián y Tenerife.
La UAAN del Hospital La Paz-Carlos III fue activada en cuatro ocasiones por casos confirmados de enfermedades infecciosas de alto riesgo: tres casos por enfermedad de virus del ébola y uno de fiebre hemorrágica de Crimea Congo, ésta última en septiembre de 2016. Desde entonces, el personal que integra la unidad sigue recibiendo formación y haciendo entrenamientos de manera periódica.
La planta 22 podría ser "de gran ayuda"
CSIF insiste en que la UAAN podría ser de "gran ayuda para combatir el virus en el área asistencial que le corresponde, al contar con el personal mejor formado para tratar a pacientes infecciosos de alto riesgo". Critica que el Gómez Ulla ha desplegado un hospital de campaña por si continúan al alza los contagios por covid y subrayan que "lo que no está claro es con qué personal va a funcionar dicho hospital de campaña, ya que los empleados que actualmente trabajan allí aseguran que no dan abasto con el volumen actual de trabajo, con las urgencias y la UCI saturadas y varias plantas dedicadas a enfermos covid", señalan
"Inexplicable, porque es una unidad que, en una situación como la que estamos, estaría preparada para actuar como quirófano o como UCI y además con gente formada. Que no la usen ahora, aparte del derroche económico que supone, y de la pérdida de personal, es también la pérdida de una instalación que podría ayudar en una situación como la que tenemos", insisten las fuentes consultadas por este digital.