El ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Coordinación y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, reconocieron en una reunión el 5 de marzo que la situación ya era muy complicada por el coronavirus y prohibieron un congreso religioso por riesgo de contagios, tres días antes del 8-M, según informa 'El Confidencial'.
En dicha fecha tomaron la decisión de suspender un congreso religioso mundial que iba a celebrarse en dos semanas y que iba a reunir en España a líderes evangélicos.
Sin embargo, y aunque consideraron que ese evento suponía un enorme riesgo para la salud pública, no se opusieron a las manifestaciones con motivo del 8-M, a los actos masivos como el congreso de Vox o a los partidos de fútbol de ese fin de semana.
Explicaron que España estaba entrando en una fase inquietante
La cita del 5 de marzo se produjo en el Ministerio de Sanidad y la reunión se produjo después de la aparición de un foco de contagio en una iglesia evangélica del sur de Madrid.
Reconocieron una situación muy complicada
Los responsables de este movimiento religioso fueron convocados para tratar este tema y determinar un canal de comunicación.
Según el medio, Illa y Simón plantearon algunas recomendaciones para evitar que los contagios saltaran a otras iglesias y explicaron que España estaba entrando en una fase inquietante.