La calma ha durado muy poquito. Mientras el virus no hace más que avanzar en países a los que la pandemia llegó algo más tarde, como India, Brasil o Estados Unidos, cada vez son más los estados en Europa o Asia que, a pesar de dar por vencida a la crisis sanitaria y poner fin al confinamiento, están viéndose obligados en los últimos días a dar marcha atrás y volver a imponer restricciones para atajar los rebrotes de covid-19.
La situación que estamos viviendo en Lérida, con más de 200.000 personas confinadas y un preocupante aumento de los casos en los alrededores, donde ya desde Sanidad han reconocido que hay "transmisión comunitaria", no es única de España, sino que cada vez son más los países que tras haber pasado el primer pico de la pandemia están volviendo a imponer restricciones ante el miedo a una segunda ola antes de tiempo.
La cifra actual de casos ya va en los 13.103.290 casos, y son 573.042 las personas que han fallecido a causa del virus en el mundo. El país más afectado continúa siendo Estados Unidos, que contiene el 25,1% de los casos totales en el mundo, con 3,3 millones de contagiados y más de 135.000 muertos. Algunos estados, como California o Florida, están dando marcha atrás ya a su reapertura económica debido a los repuntes, si bien todavía no se plantean la vuelta a la cuarentena estricta.
Sin embargo, la suma de fallecidos en América Latina supera a los de Estados Unidos, rozando los 145.000 víctimas mortales, y cinco de sus veinte países están presentes en la lista de de los veinte países con más muertes a nivel mundial.
Este mismo lunes, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, alertaba durante su rueda de prensa diaria que la pandemia puede "ir a peor" si los gobiernos no toman medidas más serias para atajar los contagios, unas declaraciones dirigidas directamente a EEUU.
El director general de la organización internacional también se refirió directamente a los rebrotes que están poniendo en jaque a muchos países asiáticos y europeos. "Hay que ser sinceros, no volveremos a la 'vieja normalidad' a corto plazo", explicó, haciendo un llamamiento a la responsabilidad y a mantener el nivel de alerta. "Hay una hoja de ruta para tener la situación bajo control y seguir con nuestras vidas que requiere una ciudadanía comprometida que tome medidas individuales en el interés de todos", concluyó.
Vuelta a la cuarentena estricta
Una hoja de ruta que pasa directamente por el rastreo de contactos, realizar test, aislar afectados y en caso necesario, confinamientos selectivos. Tal y como explicaba este lunes el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, es una de las medidas "más eficaces" frente a los riesgos de contagio, ya que reduce la exposición al virus de manera directa.
No obstante, no es una decisión fácil de tomar para los gobiernos por su alto coste económico, sobre todo después de algo más de tres meses de cuarentena a sus espaldas. Sin embargo, en muchos casos es inevitable y a día de hoy, en torno a 75 millones de personas, aproximadamente, han vuelto al confinamiento debido al aumento de casos registrado tras el fin de la cuarentena.
Además de los dos confinamientos selectivos registrados en España, que se concentran en la comarca de Segriá, en Lérida y en la comarca gallega de A Mariña, al menos una decena de países han tenido que optar por el mismo tipo de medidas al registrar peligrosos repuntes de casos.
Este mismo lunes, por ejemplo, el Gobierno de Marruecos anunciaba el confinamiento de la ciudad de Tánger, el segundo foco económico del país con un millón de habitantes y uno de los principales puertos marroquíes. La ciudad concentra el 20% de todos los casos detectados en el país, por lo que ante el repunte de casos detectados en los últimos dos días -uno 61 según los datos oficiales- el Gobierno marroquí ha optado por volver a confinar la ciudad hasta nuevo aviso.
De esta manera, no se podrá entrar ni salir de la ciudad sin una autorización oficial y el transporte público por carretera y por tren ha sido suspendido de manera temporal. Tánger no ha sido la única localidad aislada del resto del país por culpa de los rebrotes. El pasado 5 de julio, las autoridades confinaron la ciudad de Safi, con unos 300.000 habitantes, a raíz de un brote en varias fábricas de pescado de la localidad.
India, epicentro de los rebrotes en Asia
India, por su parte, se ha convertido junto a Brasil y Estados Unidos en uno de los mayores focos de la pandemia en la actualidad. Este martes ha superado la barrera de los 900.000 contagios de COVID-19 tras sumar en el último día casi 28.500 casos más y más de 500 víctimas mortales, lo que le confirma ya como el tercer país más afectado a nivel mundial y el primero de Asia.
Después de reabrir tímidamente a principios de junio, el repunte de casos ha desencadenado que cada vez sean más los estados que hayan optado por volver al confinamiento. La ciudad de Bengaluru, por ejemplo, está totalmente bloqueada, al igual que la mayor parte de las localidades de Cachemira. Por otro lado, el estado de Punjab ha optado por restringir las aglomeraciones y la apertura de ciertos locales.
El sudeste asiático, en alerta
La semana pasada, el estado australiano de Victoria optó por volver a confinar la ciudad de Melbourne, con casi cuatro millones de habitantes. Este martes, el número de casos en el país superó la barrera de los 10.000 ante lo que el estado de Nueva Gales del Sur también ha optado por introducir nuevas restricciones que afectan directamente a Sydney, donde se han registrado varios brotes. En el estado de Victoria, las autoridades han anunciado que enviarán refuerzos de personal sanitario después de que se hayan detectado 270 nuevos casos en un sólo día.
En Filipinas, por otro lado, este mismo lunes en torno a 250.000 personas han vuelto también a la cuarentena obligatoria en la capital, Manila, en un intento de atajar el repunte de contagios. Con unos 57.000 casos, a día de hoy el país tiene la segunda tasa de contagios más alta del sudeste asiático.
Le sigue de cerca Hong Kong, que si bien no ha impuesto el confinamiento obligatorio, ha decretado el uso obligatorio de mascarillas incluso con distancia de seguridad y ha implementado un toque de queda hasta las 6 de la tarde, hora a partir de la cual no podrán abrir los comercio ni el transporte público. Medidas que en ningún caso se impusieron durante la primera oleada.
Uzbekistán, por su parte, declaraba la semana pasada la vuelta a la cuarentena estricta para sus más de 33 millones de habitantes debido al repunte de contagios. Se habían cumplido más de dos meses desde la reapertura del país, que se produjo a principios de mayo.
Vuelta a las restricciones parciales en Europa
En Europa, el foco está puesto en España, Portugal e Italia. Portugal sigue con gran parte de Lisboa en cuarentena y si bien Alemania fue la primera en volver a imponer medias de confinamiento en comarcas del estado de Renanina del Norte- Westfalia tras dos rebrotes vinculados a empresas cárnicas, el pasado siete de julio un tribunal obligó a levantar la cuarentena, una situación muy similar a la vivida esta semana en Lérida. En Italia, este fin de semana se han vuelto a imponer nuevas medidas de seguridad en la región de Veneto, una de las más afectadas durante la primera ola de la pandemia y otro de los focos de los nuevos rebrotes.
En Francia, este mismo lunes el Gobierno ha anunciado que aumentará en más de 8.000 millones anuales el presupuesto para pagar a sus sanitarios. Al mismo tiempo, ha decretado el uso obligatorio de las mascarillas en espacios cerrados, una medida que no había impuesto hasta la fecha.
Por último, llegamos a Reino Unido, epicentro del virus en Europa y cuyos fallecidos continúan subiendo, acercándose ya a los 45.000. A día de hoy, el país se encuentra inmerso en la última fase del desconfinamiento, abriendo balnearios y salones de estética por primera vez en semanas. La cuarententa obligatoria para los viajeros también se ha levantado.
No obstante, la situación epidemiológica dista mucho de ser ideal y la localidad de Leicester se encuentra confinada desde hace días por culpa de un rebrote. Por otro lado, en Inglaterra se ha decretado el uso obligatorio de las mascarillas en cualquier espacio público cerrado, una medida que tampoco se había impuesto hasta ahora.