La biotecnológica estadounidense puede embolsarse más de 5.000 millones de dólares -equivalentes a unos 4.400 millones de euros- gracias a las ventas de su vacuna contra la covid-19, todavía en desarrollo. Es el cálculo que hace el grupo de inversión estadounidense Jefferies, uno de los más importantes del país. Según han calculado sus analistas, de obtener la aprobación para comercializarse, la vacuna podría proporcionarle a esta farmacéutica en torno a 2.000 millones de dólares en 2021 y unos 5.000 millones en los próximos años.
Los analistas de la firma de inversión predicen que durante 2021, en torno a 50 millones de personas tendrán que vacunarse, a un coste de unos 50 dólares por dosis. Si la compañía logra imponer un coste mucho más alto porque ninguno de los otros candidatos a la vacuna le hace la competencia, sus beneficios podrían dispararse aún más, según apuntan.
Todos los cálculos de Jefferies se basan en la hipótesis de que Moderna logre una vacuna efectiva y segura para principios del año que viene, algo todavía por demostrar, aunque va por el buen camino. Si la vacuna no funciona, según admiten ellos mismos, la caída bursátil de la biotecnológica sería estrepitosa, como es de esperar.
Lo curioso de esta farmacéutica es que hasta hace muy poco era una gran desconocida, una start-up con apenas unos cuantos años de vida. De hecho, si logran que se apruebe su vacuna contra la covid-19, sería el primer producto que logra sacar al mercado con éxito. Por el momento, sus avances con el proyecto se han traducido en subidas de hasta un 320% en bolsa en lo que llevamos de año.
De hecho, muchos de sus directivos están aprovechando para vender sus acciones en la compañía, embolsándose ingentes cantidades de dinero aprovechando el tirón bursátil. Tal y como publicaba este jueves El Confidencial, entre ellos se encuentra el directivo español Juan Andrés, jefe de operaciones de la compañía norteamericana, que ha ganado unos ocho millones de dólares al vender más de 10 millones de acciones de su propia compañía en los últimos meses.
La subida que mantiene viene de la mano con los buenos resultados que está obteniendo a nivel de ensayos clínicos su vacuna, si bien todavía queda mucho camino por delante para ver quién será la ganadora de esta carrera internacional.
Resultados "prometedores" de la vacuna
Esta misma semana ha logrado un nuevo empujón tras la publicación de los resultados de parte de sus ensayos clínicos en la prestigiosa revista científica The New England Journal of Medicine. De acuerdo con las conclusiones preliminares, su vacuna ha sido capaz de generar suficientes anticuerpos neutralizantes contra el SARS-CoV-2 en los adultos sanos en los que ha sido probada probada en Estados Unidos. Además, esta podría estar lista para 2021.
La vacuna de la biotech es innovadoras por varios motivos, por lo que de aprobarse no sólo sería el primer producto de la compañía, sino la primera vacuna de su especie en ser aprobada. Bautizada como ARNM-1273, se trata de una vacuna de ARN mensajero, que se basa en el material genético del virus para provocar una respuesta inmune en el organismo, en vez de utilizar el mismo patógeno debilitado o desactivado. Para su desarrollo, Moderna está colaborando con investigadores del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés).
Los resultados preliminares, que sus investigadores han calificado de "prometedores" están basados en los primeros 45 participantes de los ensayos clínicos, cuyas edades van entre los 18 y los 55 años. En un comunicado aparte, Moderna ha explicado que durante esta primera fase se ha hecho una evaluación de la vacuna a partir de dos dosis administradas con 28 días de diferencia.
De acuerdo con los investigadores del NIH, las dos dosis de la vacuna han sido capaces de provocar en el organismo de los voluntarios "altos niveles de actividad de anticuerpos neutralizantes" que estarían por encima de los niveles que se obtienen cuando se supera de manera natural la enfermedad. Es decir, anticuerpos capaces de proteger más que la inmunidad natural.
No obstante, uno de los principales problemas de esta vacuna son sus efectos adversos, relacionados en parte al sistema del ARN mensajero. Si bien desde la farmacéutica han insistido en que no se han registrado efectos adversos "graves", más del 50% de los voluntarios sufrió fatiga, dolor de cabeza, escalofríos, mialgia o dolor en el lugar de la aplicación de la vacuna. En su mayoría estos efectos secundarios aparecieron en aquellos que recibieron dosis más altas de la vacuna y después del segundo pinchazo.
Entra en la fase final de sus ensayos clínicos
De esta manera, Moderna se sitúa al borde de la fase final de sus ensayos clínicos, que empezarán este mismo mes de julio. Su ensayo actual, que ahora tiene 120 participantes, se amplió en abril pasado a personas de más de 55 años. El 8 de julio, Moderna anunció que estaba preparando la fase 3 de su vacuna experimental contra la covid-19, que incluirá a 30.000 participantes en EEUU y que se mantenía "en buen camino para empezar en julio".
Así, según señalaba Moderna en un comunicado, "la compañía está encaminada a poder entregar aproximadamente 500 millones de dosis al año y posiblemente hasta mil millones de dosis al año a partir de 2021". Lo que no está tan claro, no obstante, es la falta de competencia, ya que el candidato a la vacuna del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford junto a la farmacéutica AstraZeneca también está avanzando a pasos agigantados.