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El uso de los genéricos en España continúa por debajo de la media de la OCDE

La organización advierte de la necesidad “crítica” de poner en marcha medidas para aumentar la penetración en el mercado de este tipo de medicamentos, ya que su uso genera una importante cuota de ahorro. 

  • Una farmacéutica de Madrid coge un medicamento en la mano.

España sigue sin ahorrar en medicamentos todo lo que debería. Así se desprende del último informe especializado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sobre Sanidad, que, aunque aplaude la capacidad que ha tenido la sanidad pública española de hacer mucho con muy poco, continúa poniendo de relieve que podríamos invertir el dinero público que se destina a Sanidad de una manera mucho más eficiente. 

Según este documento, la tasa de penetración de los medicamentos genéricos en nuestro país continúa por debajo de la media de la OCDE, tanto en volumen de medicamentos como en valores. Según advierte la organización internacional, mientras que todos los países miembros “consideran que el mercado de los medicamentos biosimilares y genéricos son una oportunidad de mejorar la eficiencia en el gasto farmacéutico”, muchos de ellos, entre los que se incluye España “no explotan todo su potencial”. 

De ese mismo modo, advierten de la necesidad “crítica” de poner en marcha medidas para aumentar la penetración en el mercado de este tipo de medicamentos, ya que ha quedado demostrado que su uso genera una importante cuota de ahorro. 

Lejos de la media de la UE

En esa misma línea se manifiestan desde la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (Aeseg), desde donde advierten de que en nuestro país,  la cuota de genéricos, no sólo se encuentra lejos de la media de la OCDE, sino que también está lejos de la Europa. 

Mientras que en España la cuota de mercado -en valores- de este tipo de medicamentos ronda el 20%,  la media europea está por encima del 25%. Al analizar las unidades, la diferencia es mucho más dramática. En la Unión Europea la mayor parte de los países cuentan con una tasa de penetración de los medicamentos genéricos que ronda el 65%, mientras que en España se sitúa en el 40%. 

Lo curioso es que hace 20 años, cuando comenzaron a comercializarse, el uso de genéricos se disparó. No obstante, desde hace varios años, la penetración en el mercado de medicamentos general se ha estancado, motivada por la falta de medidas específicas, sumadas a los intereses comerciales de las compañías farmacéuticas que comercializan los medicamentos originales. 

Plan de Genéricos 

Desde el Gobierno se han comenzado a tomar medidas en este aspecto. Hace algo menos de un mes, el Ministerio de Sanidad anunciaba la puesta en marcha del Plan de Biosimilares y Medicamentos Genéricos, una normativa con el objetivo de fomentar su uso y recortar el gasto farmacéutico. Una medida que ya les habían recomendado desde la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) la pasada primavera. 

Mientras que el plan ha sido recibido con considerable calidez por parte de AESEG y Biosim, la asociación que representa a las empresas farmacéuticas que fabrican biosimilares, gran parte del sector farmacéutico -y ciertas asociaciones de farmacia- se han opuesto. 

Esta misma semana, la  patronal de la industria farmacéutica española, Farmaindustria, volvía a manifestar su oposición al Plan de Genéricos. "El plan tiene un impacto negativo en la industria nacional puede poner en riesgo el tejido industrial, que supone 54 plantas de producción de medicamentos, y forzar la deslocalización hacia China", defendía el presidente de la organización, Martín Sellés, durante el XVI Seminario Industria Farmacéutica & Medios de Comunicación, celebrado este martes en la localidad de Chinchón. 

La industria farmacéutica, en contra 

A ojos de la patronal, el principal argumento que esgrime Sanidad, que es que la penetración de los genéricos en el mercado se ha estacando, no es válido, ya que consideran que se tienen que tener también en cuenta los medicamentos de marca a precio de genérico.

No obstante, ese argumento esgrimido por la industria se basa en que la legislación española establece que al finalizar la patente de un fármaco y permitir la entrada de genéricos, el medicamento original también tiene que bajar su precio para poder ser competitivo, por lo que consideran que se deben tener en cuenta como ‘genéricos’ también los medicamentos originales del mismo precio.

No obstante, todas las autoridades sanitarias siguen defendiendo la puesta en marcha de medidas para promocionar el uso de medicamentos equivalentes, y siguen excluyendo de sus indicadores -tal y como ha hecho la OCDE- los medicamentos originales, ya que no coinciden en ese aspecto con la industria farmacéutica.

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