Es uno de los tantos bulos que corren por las redes sociales. Siempre intencionados y en un momento trascendental ante la ansiada y próxima llegada de la primera vacuna frente al coronavirus, la única esperanza para acabar con la pandemia mundial. En este caso un viejo embuste que lleva circulando desde el verano y que ahora se ha reactivado: afirma que la inmunización contra la gripe provocará un repunte de muertes por covid-19. La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), datos en mano, ha dado un paso al frente para, nuevamente, desmontarlo.
"No hay evidencias de que la vacunación contra la gripe pueda provocar un repunte de contagios o fallecimientos por covid-19", según explica el doctor Alejandro Rodríguez, coordinador del Grupo Español de Trabajo Gripe A Grave (GETGAG) de la sociedad científica. Es más, el médico indica que ese reporte pseudocientífico, en el que se indica que un componente (Polisorbato 80) de algunas vacunas de la gripe facilitaría la entrada y reproducción del virus en el organismo humano, se asocia a supuestos investigadores del Hospital de Barbastro (Huesca).
El bulo comenzó a circular el pasado verano. "Carece de rigor y no ha sido publicado en revistas científicas, donde deben pasar un filtro de revisores", aclara el médico. "Los graves errores metodológicos hacen muy poco creíbles las hipótesis planteadas", señala. En la base de datos covid-19 de Semicyuc, un análisis preliminar con más de 2.000 pacientes graves con coronavirus, de los cuales 423 recibieron vacunación antigripal, la misma no se asoció a mayor riesgo de mortalidad cuando se ajusta la mortalidad observada por la edad y la gravedad de los pacientes.
Dos virus diferentes
El doctor Rodríguez advierte, también, de que haberse recuperado de la covid-19 no es motivo para confiarse o pensar que estamos inmunizados ante la gripe de este año. Son virus diferentes, aclara, y de hecho podría ocurrir "que nos infectáramos con mayor facilidad. Todos los pacientes que han pasado la covid-19 deberían recibir la vacuna antigripal una vez que se han recuperado, entre los 30 y 60 días después del contagio. Sin embargo, como este periodo es muy variable, el médico de cabecera es quien debe decidir el momento adecuado", puntualiza.
La campaña de la vacunación de la gripe se ha adelantado este año en España. El miedo a la pandemia ha aumentado la demanda de vacunas un 55%, cinco millones de vacunaciones más que el año pasado, cuando lo hicieron nueve millones de personas, según datos de finales de noviembre.
Durante 2020 se han reportado cuadros de gastroenteritis o resfriados más graves de lo habitual, muchos de ellos asociados al coronavirus, señalan los intensivistas. Esto, aclaran, no quiere decir que la gripe de 2020/21 vaya a ser también más grave. "No esperamos que la gripe sea diferente a años anteriores, aunque es evidente que si una persona se enferma por covid-19 y gripe al mismo tiempo, el cuadro clínico sea mucho más grave por la asociación de los virus", matiza el Dr. Rodríguez.
Menos ingresos en niños
El sistema de vigilancia española, continúan, aún no ha registrado casos de gripe estacional, por lo que aún es pronto para saber cómo será la gripe de este año. "Es posible, como pasó en la pandemia de 2009, que el nuevo virus (SARS CoV-2) reemplace totalmente al virus gripal epidémico", señalan los médicos.
Añaden que si se observa lo que ha pasado en el invierno de 2020 en el hemisferio sur, en Latinoamérica, las admisiones a las UCI pediátricas por problemas respiratorios secundarios a virus estacionales (gripe o virus respiratorio sincitial) se han reducido entre un 72% y un 92%. En Australia y Nueva Zelanda también se ha registrado una reducción cercana al 98% en niños.
Paciente crítico con gripe en las UCI
Sobre el perfil del paciente crítico por gripe en las UCI españolas, la sociedad científica tiene activo, desde 2009, un registro con los casos de gripe grave que ingresan en 184 unidades de cuidados intensivos de toda España. El perfil de los pacientes se corresponde con un hombre, de entre 60-70 años, con alguna comorbilidad (especialmente respiratoria y obesidad) y que no ha sido vacunado contra la gripe.
Otro aspecto que los intensivistas aclaran es que el desarrollo de la vacuna de la gripe de este año "no se ha visto afectado por el esfuerzo investigador de obtener la de la covid-19". La campaña, que este año ha alcanzado coberturas históricas en la mayoría de las comunidades, se ha iniciado como de costumbre, apuntan. Además, son optimistas en cuanto a una menor exposición al virus de la gripe. Lo atribuyen al uso de las mascarillas por toda la población.