El Gobierno ha escondido a última hora a Ana Mato en el pleno del Senado de este martes para responder las primeras preguntas de la crisis del ébola tal y como estaba previsto desde hace varios días. En su lugar, ha acudido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, quien se ha encargado de responder a las cuestiones de Jesús Enrique Iglesias, del Grupo Mixto. Es la segunda desautorización por parte del Ejecutivo a la ministra madrileña, después de que el pasado viernes fuera la propia Soraya quien anunciara la creación de un comité para seguir la crisis presidido por ella misma. Así, Rajoy reparte entre Ana Mato y Soraya las responsabilidades de comunicación de esta crisis.
En la mañana de este martes, el Ejecutivo ha cambiado el orden del día tras notificárselo a la Junta de Portavoces de la Cámara Alta, según la agencia Efe, y de esta manera ha evitado a Mato tener que ser cuestionada sobre su gestión en la crisis del ébola en el arranque del pleno. La ministra vallisoletana se ha zafado con solvencia ante Iglesias, quien ha destacado que "si Moncloa toma el mando es porque entiende que hasta ese momento no se había llevado de manera adecuada. Algo habrán hecho mal", ha inquirido a la ministra de Presidencia, que se ha congratulado de que Iglesias reconociera también la labor del ejército. Sáenz de Santamaría también ha pedido a los partidos que sean responsables y ha incidido en que lo que la sociedad demanda ahora es que la auxiliar infectada Teresa Romero pueda recuperarse. Ha pedido que no se ponga en duda el trabajo de los sanitarios.
Mato se defiende
Cuando ha llegado su intervención, casi una hora después de empezar el pleno, Mato ha tenido que escuchar fuertes críticas a su gestión como las de Mónica Almiñana (Entesa Catalana): "Me preguntaba quién contestaría esta pregunta, si usted o la vicepresidenta. Usted ha sido apartada y no es de extrañar, esta crisis sanitaria se convirtió en la crisis política después de 5 minutos de su rueda de prensa: descoordinación, desinformación, y todo esto lo consiguieron en 5 días".
Mato no se ha achantado y ha recortado que la situación que ha vivido Sanidad era "inédita"
Pero Mato no se ha querido achantar y ha recordado que "partíamos de una situación inédita. Nunca se había dado un contagio de ébola en nuestro país ni en Europa y hemos tenido que actuar con diligencia. Para mí lo más importante siempre ha sido, es y será la vida de la paciente, en este caso Teresa Romero. En segundo lugar hacemos el seguimiento de todos los contactos para evitar el riesgo". Y también ha descartado no ser transparente: "La semana pasada comparecí en las cortes el miércoles, un lunes hice rueda de prensa, el viernes consejo interterritorial, hoy Senado, mañana Congreso y el jueves consejo interterritorial".
La ministra también ha defendido la decisión de repatriar a los misioneros: "Teníamos la convicción absoluta de que no había riesgo para la población".
Una vez acabada su intervención en el pleno, la ministra de Sanidad ha respondido a la prensa sobre si se siente respaldada en el Gobierno: "Por supuesto, que sí", ha contestado la ministra, mientras que a la pregunta de si se ha sentido desautorizada ha afirmado: "En absoluto", según informa Efe.