Don y Margaret Livengood pasaron sus últimas horas de vida en la misma habitación de un hospital dados de la mano. El marido, que murió varias horas más tarde, expresó que "en el cielo se casaría de nuevo". Según publica Daily Mail, Don y Margaret Livengood, de 84 y 80 años respectivamente, enfermaron hace un año. Don tenía fibrosis pulmonar y neumonía bilateral y Margaret tenía cáncer diagnosticado desde mayo, además de varios problemas de salud graves.
La pareja ha estado todo el año entrando y saliendo del hospital hasta que en agosto se quedaron ingresados definitivamente. Cada uno fue puesto en una habitación distinta, pero gracias a los enfermeros, consiguieron que la pareja estuviera en la misma habitación y compartieran sus últimos días juntos.
Los enfermeros pusieron las camas juntas para que los dos ancianos pudieran darse la mano y el 19 de agosto poco antes de las ocho de la mañana, Margaret fallecía de la mano de su marido. Pocas horas después, a las cinco de la tarde, Don también fallecía diciendo a sus hijos y nietos que cuando llegara al cielo "podría volver a caminar con su esposa y casarse de nuevo con ella".
La familia de los ancianos se encontraba en Italia y consiguió llegar tan solo 12 horas antes de que Margaret muriera, cuenta el Daily Mail. La pareja se casó el 15 de junio de 1957, el mismo día del cumpleaños de Margarita. Su hija Pattie Livengood, ve normal la imagen que se encontró al llegar al hospital, estando los dos con las manos unidas ya que "siempre se han querido mucho".
Su hijo David Livengood expresó que incluso los enfermeros lloraron cuando la pareja falleció. "Es algo que ninguno de nosotros olvidará nunca".