Sociedad

Un cambio de hora que "mola" durante 60 minutos

Esta madrugada los relojes se retrasarán una hora, por lo que a las tres de la madrugada volverán a marcar las dos y ganaremos una hora más para dormir. 

  • Esta noche dormiremos una hora más

El cambio de hora oficial en la madrugada del domingo nos permite "ganar" 60 minutos este fin de semana, un regalo para nuestras vidas que dura eso, ni un segundo más, y que provoca generalmente satisfacción, aunque a veces rechazo según las circunstancias personales de cada uno de nosotros.

"Este cambio de hora sí mola", afirma a Efe Pedro, un estudiante de Biología de 19 años que asegura que no va a invertir esa hora de más en dormir, sino en estar más tiempo con sus amigos. Y es que cuando el domingo sean las 03:00 de la madrugada, los relojes se deberán retrasar a las 02:00.

En los taxis, como todos los años, "se montarán algunas personas que nos dirán que llevamos mal la hora del reloj del coche", asegura Serafín, que lleva 25 años al volante por las calles de Madrid y sabe que la gente de madrugada "a veces anda un poco despistada". En cuanto a si tienen que modificar la hora del taxímetro, Juan, otro profesional del taxi, explica que se cambia de forma automática y añade sonriendo que eso es "una de las pocas cosas que ha hecho bien el Ayuntamiento".

La posibilidad de dormir una hora más, aunque sea una vez al año, parece que tampoco nos produce muchos problemas de insomnio, según destaca María, una farmacéutica que asegura que estos días no nota que la gente le pida más medicinas relacionadas con los trastornos del sueño. "Quien duerme mal lo hace por otras cosas", ha comentado. Y precisamente para evitar problemas con el sueño, Susana, madre de una bebé de casi un año, lleva unos días adelantando unos minutos, de forma previsora, la hora del último biberón de la pequeña para que coja bien el sueño.

Ahora es peor correr por la tarde

Pero no todo el mundo está contento con el retraso de la hora. Araceli, una apasionada del deporte, se ha tenido que comprar una luz para poder correr a última hora de la tarde, ya que a partir de la próxima semana lo tendrá que hacer a oscuras. "Lo mismo ocurre si montas en bici que si caminas", necesitas algún tipo de iluminación artificial que hasta ahora facilitaba la luz solar, añade esta joven deportista.

Disparidad de opiniones arroja la pregunta sobre si un perro siente el cambio horario; Carmen, dueña de "Chao", comenta que lo nota "bastante" y ve nerviosa a su mascota cuando se acerca la hora de sacarla a pasear. "Bimba" no detecta ese cambio, según su dueña Camila porque no la tiene acostumbrada a salir a la calle a una hora determinada.

La disconformidad de los ciudadanos en el cambio horario se refleja también en la plataforma de recogida de firmas change.org, donde existen varias iniciativas contrarias a esta modificación estacional de la hora oficial, aunque la mayoría de ellas no alcanza el millar de apoyos.

Jesús regenta una cafetería en una zona de oficinas del norte de Madrid que abre todos los días a las siete de la mañana y el cambio de hora le parece "fatal". Cree que el ahorro de energía en la factura de su negocio es "prácticamente nulo".

Un empresario hostelero asegura que el cambio de hora le parece "fatal" y que su ahorro de energía es "prácticamente nulo"

"Yo tengo que cumplir el mismo horario sea invierno o verano", argumenta.  También cuenta anécdotas de clientes, como aquél que un vez estuvo en la calle esperándolo a que abriera porque no sabía de la nueva hora u otros que han llegado tarde al trabajo. Los parroquianos, dice el dueño del local, lo ven también una "tontería", aunque hay gustos para todos. "A mí me parece inútil", dice uno de ellos. "Pues a mí me parece bien", tercia otro con una sonrisa pícara mientras apura el café, aunque matiza que no le gusta tanto el cambio de hora de la primavera.

El presidente de la Federación de Asociaciones de Ocio Nocturno de España, Juan Martínez-Tercero, indica que el cambio hora del otoño no afecta en exceso a estos negocios, aunque tal vez los primeros días hay un poco de desorientación. Sí perjudica más el cambio de primavera, pues los clientes retrasan la salida nocturna al anochecer más tarde y, por tanto, pasan menos tiempo en estos locales, que no pueden sobrepasar la hora límite de cierre. 

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