Sociedad

Los cuatro detenidos por abusos sexuales en Granada quedan en libertad con cargos

Tres quedan en libertad provisional y el cuarto, bajo fianza. Tras abonar los 10.000 euros de fianza impuestos por el juez, el padre Román, considerado cabecilla del grupo, ha eludido la prisión. 

Los cuatro detenidos por el caso de abusos sexuales a menores en Granada han quedado en libertad con cargos, entre ellos el padre Román, considerado el cabecilla del grupo y que ha eludido la prisión tras abonar los 10.000 euros de fianza que le había impuesto el juez de Instrucción 4 de Granada.

El titular de este juzgado, Antonio Moreno, les imputa distintos delitos englobados en el título del Código Penal referido a la libertad e indemnidad sexual, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).

El juez les imputa distintos delitos englobados en el título del Código Penal referido a la libertad e indemnidad sexual

A todos ellos les ha impuesto además medidas de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a las dos personas que han denunciado haber sufrido abusos sexuales. Las medidas impuestas por el juez coinciden con lo solicitado por la Fiscalía tras la declaración de los detenidos, cuyas comparecencias ante el juez se han prolongado una media de dos horas.

En los cuatro autos emitidos, uno por cada detenido, el instructor destaca las dificultades procesales encontradas en relación a la tardanza con la que se han interpuesto las denuncias que obran en la causa.

La primera de ellas, que dio origen a la investigación, fue interpuesta el pasado octubre un joven de 24 años ante la Fiscalía, después de que recibiera en agosto una llamada telefónica del papa Francisco, que le pidió perdón en nombre de la Iglesia tras leer el escrito en el que le relató los hechos, ocurridos cuando era menor.

A todos ellos les ha impuesto además medidas de alejamiento y prohibición de comunicación respecto a las dos personas que han denunciado haber sufrido abusos sexuales

La segunda fue presentada hace unos días por un testigo de los supuestos abusos sexuales investigados que en su momento prestó declaración y que con posterioridad decidió convertir su testimonio en una denuncia ampliando datos y nombres.

El juez ha levantado también la medida de incomunicación que pesaba, desde el momento de su detención, el lunes pasado, sobre los detenidos, que tienen la obligación de comparecer judicialmente cada 15 días.

Tras conocer la situación procesal en la que han quedado, los detenidos, en apariencia cansados, según fuentes de su entorno, se han mostrado "felices" y se han fundido en un abrazo, según dos de las letradas de oficio que les han asistido en la declaración. Su representante legal, Javier Muriel, no ha podido hacerlo por la medida de incomunicación impuesta por el juez y ahora ya levantada, por lo que mañana se le dará traspaso de las actuaciones.

Tras conocer la situación procesal en la que han quedado, los detenidos, en apariencia cansados, según fuentes de su entorno, se han mostrado "felices" y se han fundido en un abrazo

El juzgado continuarán ahora investigando la causa, que se mantiene bajo secreto de sumario. Los detenidos, que han abandonado esta noche el Juzgado al parecer por una puerta lateral para evitar ser captados por los numerosos medios de comunicación que se encontraban en la entrada principal a la sede judicial, han ido pasando desde primeras horas de esta mañana a disposición judicial de uno en uno, a medida que el juez lo ha ido requiriendo.

El último en hacerlo, a primeras horas de la tarde, ha sido el padre Román, que da nombre al conocido en ámbitos eclesiásticos como el grupo de Los Romanones, al que pertenecen el resto de los acusados.

Ante la Policía, los acusados negaron los hechos y mantuvieron su inocencia, como han sostenido desde que fueron arrestados.

Esta mañana, coincidiendo con la puesta a disposición judicial de los acusados, en la parroquia San Juan María Vianney de Granada, donde oficiaba misa el padre Román, ha aparecido pintadas con acusaciones de pedofilia y pederastia. Se trata de tres grandes pintadas en rojo repartidas entre la entrada principal al centro parroquial y los laterales del edificio, ubicado en el populoso barrio del Zaidín. En dos de ellas se puede leer "Sucios pederastas" y en una tercera "Pedófilos".

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