Sociedad

La tasa de paro de los extranjeros que viven en España supera en 12 puntos la de los españoles

La crisis ha golpeado con más dureza a la población inmigrante que a la española aumentando las diferencias sociales entre ambas, al contar con menos prestaciones, una tasa de paro que duplica la de los autóctonos y un mayor número de hogares pobres.

La tasa de paro de los extranjeros que viven en España ya alcanza el 36,53 por ciento, porcentaje que supera en más de doce puntos al de las personas de nacionalidad española, que se sitúa en el 24,23 por ciento. Esta diferencia se debe, fundamentalmente, a que gran parte de la población activa extranjera trabajaba en la construcción, es decir, en el sector más afectado por la crisis económica, según ha explicado a Efe la subdirectora general de Estadísticas del Mercado Laboral del Instituto INE, Florentina Álvarez.

"Hay más paro entre extranjeros que entre españoles" debido a que los primeros "han trabajado mucho en sectores muy afectados por la crisis como la construcción" y, en menor medida, en hostelería, servicio doméstico y agricultura, ha indicado. En el caso de los españoles, la mano de obra se encuentra más repartida en todos los sectores económicos.

Álvarez también ha destacado que la población de entre 16 y 64 años (es decir la que está en edad de trabajar) se ha reducido más entre los extranjeros, con una caída de 169.200 en un año, que entre los españoles, con 5.900 menos, dato que también tiene su origen en la situación económica que ha obligado a muchas personas a regresar a sus países de origen ante la falta de oportunidades en España.

Dentro de este tramo de edad, entre 16 y 64 años, se encuentra en 77,1 por ciento de los extranjeros que residen en España, frente al 52,1 por ciento de los españoles. Actualmente la edad media de los españoles es de 42,5 años, frente a los 34,6 años de los extranjeros residentes en España.

En España el número de parados ya roza los seis millones de personas (5.965.400), según datos del INE, y la tasa de paro se sitúa en el 26,02 por ciento de la población activa, la más alta de la historia. Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el último año el desempleo aumentó en 291.700 personas en España, el 13,12 por ciento, al mismo tiempo que la ocupación cayó en 850.500, un 4,78 por ciento.

No obstante, los datos vuelven a ser muy dispares si se diferencia entre ciudadanos españoles o extranjeros. Así, entre los extranjeros el desempleo bajó en 4.000 personas en un año, aunque en el último trimestre aumentó en 39.400 hasta sumar 1.221.800 parados, con una tasa de paro del 36,53 por ciento. En el caso de los españoles, el paro aumentó en 695.700 personas en 2012, en el último trimestre lo hizo en 147.800, y el total de parados es de 4.743.500 personas, el 24,23 por ciento.

Reducción de la población extranjera

Según el último Padrón, en España residen 47.265.321 personas, de las que 5.736.258, el 12,14 por ciento, son extranjeros, un porcentaje que ha permanecido estable en los últimos cuatro años. Del total de extranjeros, 4,5 millones tienen más de 16 años y 3,3 millones son activos (disponibles y en condiciones de trabajar) y, de ellos, 2,1 millones están ocupados.

La falta de oportunidades laborales en España ha hecho que la población extranjera que vive en España se haya reducido, en 2012, en 15.229 personas, lo que supone el primer descenso de este colectivo en quince años. De los 5,7 millones de extranjeros que viven en España, 3,3 millones, el 57,4 por ciento, proceden de países de fuera de la Unión Europea (UE) y 2,4 millones, el 42,6 por ciento, de la UE.

Tampoco la situación social de extranjeros y españoles es la misma, tal y como revela un estudio de EAE Business School sobre las condiciones de vida de los hogares inmigrantes. Según este análisis, el 70,6 por ciento de los extranjeros que viven en España tiene dificultades para llegar a fin de mes. De las más de diecisiete millones de familias censadas en España casi dos millones, el 11 por ciento, son inmigrantes.

El gasto medio por hogar en España fue de 29.482 euros en 2011, (un 7,73 % menos que en 2008), un descenso que en el caso de los hogares españoles ha sido del 6,8 % y en el de los extranjeros del 15,03 %. El gasto medio de una familia extranjera fue un 23 por ciento inferior al de una española.

El pasado diciembre el informe "Impactos de la crisis sobre la población inmigrante" elaborado, a partir de fuentes oficiales, por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ya ponía de manifiesto que la crisis ha golpeado con más dureza a la población inmigrante que a la española aumentando las diferencias sociales entre ambas, al contar con menos prestaciones, una tasa de paro que duplica la de los autóctonos y un mayor número de hogares pobres. Otra consecuencia de la coyuntura económica es que la tasa de pobreza de los hogares inmigrantes es del 31 por ciento, cifra que supera en doce puntos la de la población española menor de 65 años, que se sitúa en el 19 por ciento.

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