Las obras para concluir el edificio residencial más alto de Europa, el InTempo de Benidorm, permanecen paradas por falta de fondos. El inmueble ya tiene terminada su estructura terminada (cerramientos, e instalaciones eléctricas y de saneamiento), pero le falta rematar algunos detalles como la urbanización exterior, la tabiquería interior o el alicatado en algunas plantas, según publica el diario 'El Mundo'.
La crisis del ladrillo también afecta a la denominada "catedral del Benidorm del siglo XXI", que permanece a la espera de que un inversor salde la deuda con la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). Con vistas a conseguirlo, la promotora Olga Urbana se reunirá esta semana con dos grupos empresariales interesados en hacerse con el complejo, uno francés y otro estadounidense. La venta urge ya que, aunque dan por perdida la aportación de 7,2 millones de los socios, buscan hacer frente al préstamo de 93 millones de euros que solicitaron a CaixaGalicia y que asumió la Sareb.
La operación, por tanto, se antoja complicada, ya que requerirá una negociación a tres bandas que integre a la promotora, el banco malo y los propietarios que ya han adquirido 120 de las 269 viviendas del edificio. La promotora se conforma también con poder recuperar al menos 90 de los 120 millones de euros desembolsados en total, según admite José Ignacio de la Serna, director de la promotora. Eso sí, el comprador adquiriría el inmueble sin terminar.
Existiría no obstante la opción de seguir adelante con las ínfimas aportaciones que hace el banco malo. La semana pasada la promotora presentó a la Sareb un estudio de costes para hacer frente a la fase de urbanización, estimada en unos 3 millones de euros y un plazo de cinco meses. El fondo de reestructuración valora la propuesta.
Pese a todo, el director de Olga Urbana se muestra optimista en encontrar un inversor muy pronto gracias al "atractivo y a la monumentalidad" de este inmueble.