Los médicos internos residentes (MIR) de la Comunidad de Madrid llevan días movilizándose, organizándose entre ellos para hacer frente a la última reforma sanitaria. Concretamente, están buscando la manera de poder seguir trabajando de acuerdo a sus principios y a su juramento hipocrático, es decir, atendiendo a cualquier persona que necesite de sus conocimientos. En el foco del huracán, el Real Decreto Ley 16/2012, aquel que limita la atención a extranjeros no regularizados que no posean la tarjeta sanitaria.
Desde que la norma se hiciera pública los MIR de la capital estatal han mostrado su desacuerdo, y han comenzado a proponer modos de actuación ante algunas de las nuevas consignas. Para ello, están organizándose en foros de las redes sociales, en asambleas y aunando criterios de los diferentes hospitales de la comunidad.
Quizás la medida más llamativa es la de la objeción de conciencia, un mecanismo escaso de legislación reguladora que aún están gestionando. De hecho, intentan comparar el derecho a objetar cuando se debe atender a pacientes en procesos de interrupción voluntaria del embarazo a su derecho a negarse a dejar desatendidos a aquellos que necesitándolo, no cumplan los requisitos para estar en disposición de la tarjeta sanitaria. En uno de los documentos reenviados entre ellos comentan que siguen siendo ciudadanos a quienes les 'repugna éticamente' una norma que va en contra de un código deontológico. "Intentamos salvaguardar la salud y la vida de la persona a la que la norma impide atender", declaran.
De momento no tienen ninguna garantía sobre el modo de actuar ya que no existe normativa previa, pero admiten que creen en la necesidad de llevar a cabo su objeción como modo de obligar a la Administración a pronunciarse. Además tampoco pueden canalizar su trabajo a través del Colegio Oficial madrileño y deben buscar las formas de entendimiento por otro sitio.
Un colectivo que empieza a despertar
Desde que el pasado mes de enero los médicos madrileños vieran cómo se les reducía el precio de su hora trabajada al mismo tiempo que se aumentaba su jornada laboral por la Ley 6/2011, se ha notado un cierto aumento del empeño por plantar cara, por 'defender lo suyo'. Pese a ser un colectivo no especialmente aguerrido, lo cierto es que en los últimos meses son muchos los que alzan la voz y empiezan a moverse para intentar salvaguardar la profesión y las características en las que la ejercen.
"No se ha reducido en lo que realmente se puede recortar. Con estas medidas se está cambiando el gasto de sitio"
El pasado jueves se celebraba una asamblea de médicos en la que participaron unas 250 personas para tratar 'el desprecio continuo que vive la profesión', sin contar con la voz de los médicos a la hora de tomar decisiones de gestión, ignorando su necesidad de formación, comparando la relación médico-paciente con la de tendero-cliente o bajándoles el sueldo de manera encubierta. Por ello se tomó la decisión de constituir una asociación que sea independiente de sindicatos y del Colegio Oficial cuya pretensión sea defender al colectivo.
Elecciones esta semana
Precisamente para seguir trabajando en esa línea, los residentes madrileños están llamados a las urnas el próximo día 24 para elegir a su equipo de representantes en la Junta Directiva del Colegio Oficial para los próximos cuatro años. "Es paradójico que siendo un órgano de ayuda y de servicio a los médicos tengamos que buscar reunirnos en cafeterías o lugares de los hospitales porque como tal el Colegio no ofrece demasiado apoyo", explica Fernando Aguilar, residente de medicina interna en el 12 de octubre y vocal en la candidatura de Guillermo Sierra, una de las seis que se presentan a los comicios.
Aguilar comenta que tras las últimas reuniones se ha tomado la decisión de que hay una serie de puntos comunes que se defenderán gane quien gane las elecciones. "Lo principal es que haya participación -en las últimas elecciones de 2010 apenas llegó al 10% de los 38.000 colegiados-, que se pueda crear un foro, una mesa MIR, que podamos decir en el Colegio lo que nos preocupa, porque es la manera de llegar a todo el mundo. Es fundamental disponer de recursos y hay que mejorarlo, hacerlo más transparente", dice el residente.
Para Fernando, aunque los médicos empiecen a moverse, ningún cambio es factible de manera individual. Por eso añade que los políticos deben arreglar la situación actual porque "no se ha reducido el gasto en lo que realmente se puede. Nosotros sabemos dónde se puede recortar y dónde no, y ahora el ejecutivo simplemente está cambiando el gasto de sitio", sentencia.