El pasado 29 de diciembre se publicaba en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid la Ley 6/2011, de Medidas Fiscales y Administrativas, que en su disposición adicional primera recoge que “para el conjunto del sector público establecido en el artículo 19.1 de la Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad de Madrid para 2012, la jornada ordinaria de trabajo tendrá un promedio semanal no inferior a las 37 horas y 30 minutos”. Esta disposición, de aplicación ya a partir del 1 de enero de 2012, ha puesto en pie de guerra a los médicos residentes de la comunidad de Madrid, ya que les supone una ‘bajada de sueldo encubierta’.
Del mismo modo que ocurre con los profesores que trabajan en la Comunidad de Madrid, los médicos residentes han mostrado su indignación con esta disposición legal, ya que afirman que su jornada ordinaria ya supera con creces ese número de horas. Y es que un facultativo puede verse en la situación de terminar su jornada laboral a las 15,00 horas pero continuar en el hospital por la tarde con las llamadas 'peonadas' (tiempo invertido en formación u otras actividades sanitarias) incluso estando saliente de guardia (habiendo entrado el día anterior a las 8 de la mañana).
El aumento de la jornada se traduce en más horas trabajadas el sábado, pero con menos beneficio. En enero ya aparece presupuestado que los residentes trabajen uno de cada tres sábados, pero prestando servicio 24 horas de las que sólo 17 serán retribuidas. Es más, les serán abonadas en concepto de horas laborales ordinarias, y no como de guardia que es lo que se hacía hasta ahora, ya que los sábados pasan a formar parte de la semana laboral.
La idea planteada desde la Consejería es que los sábados se trabaje como un día laboral más, con la apertura de las consultas y la posibilidad de otorgar altas para dar salida a los pacientes en lista de espera y así ahorrar costes, algo con lo que los residentes están claramente en contra, argumentando en primer lugar que su jornada ya supera las 37,5 horas, en ocasiones incluso las 50. “Es necesario el reconocimiento de las horas adicionales a las fijadas que los residentes venimos realizando para dar una buena atención a nuestros pacientes y para sostener el buen funcionamiento del Servicio Madrileño de Salud. Para ello exigimos que se cumpla cuanto dispone la Ley para demostrar el trabajo de los residentes, que incluye horas extras por las tardes, salientes de guardia no librados, asistencia en días fuera de programación, tiempo de estudio, investigación y actualización”, exponen en un manifiesto difundido.
No son los únicos afectados
Sin embargo la Ley 6/2011 no se aplica sólo a los médicos residentes. Los adjuntos, enfermeras, y demás personal sanitario también pueden ver alteradas sus condiciones laborales para ajustarse al nuevo precepto, aunque todavía no se tienen instrucciones claras. Por ello están pendientes de una reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad, donde Daniel Pleguezuelo, representante de los médicos residentes, intentará defender los derechos que consideran vulnerados por la medida.
Desde las áreas de gerencia de algunos hospitales ya han hecho llegar a los residentes o sus representantes que la manera de actuar respecto a las guardias en el mes de enero será la exigida por la nueva normativa hasta que no se manifieste lo contrario, o hasta que la Consejería se pronuncie.
De momento, hasta que la situación se clarifique y pese a ser un colectivo no demasiado aguerrido, ya han tomado sus primeras medidas. El sábado se concentraban a las 11.00 horas en la puerta de los principales hospitales madrileños para hacer visible su queja. Pero su órdago a Sanidad quieren echarlo el próximo jueves 26 de enero, fecha en la que han convocado una huelga de 24 horas con concentración a las 12 de la mañana en Sol, aprovechando que habrá Consejo de Gobierno, según el sindicato AMYTS. Se verá entonces si los residentes toman el relevo de profesores y movilizan su propia ‘marea blanca’.