Las reacciones en la cárcel de las dos acusadas de asesinar a la presidenta de la Diputación de León, Isabel Carrasco, no podían ser más dispares. Mientras la hija, Triana Martínez, comienza a asimilar las consecuencias del delito; la madre, Monserrat González se muestra triunfalista y relajada. “Volvería a matar a Carrasco otras 30.000 veces”, aseguró con total tranquilidad al equipo psicológico que la trata, según ha publicado este sábado ‘El Mundo’.
Asimismo, tras terminar el viernes su almuerzo, la autora confesa del asesinato aseguró que “hacía mucho tiempo que no comía así de bien”. Montserrat González, de 55 años, se encuentra ingresada en un módulo de mujeres y dispone de una celda individual, de dos metros de ancho y tres de largo. Está acompañada en todo momento por otra interna para evitar así que pueda intentar suicidarse, un protocolo común para todas las personas que ingresan en la cárcel por primera vez.
González demuestra cada día en prisión que tenía una inquina absoluta contra la presidenta de la Diputación de León y del PP regional, a la que entre otras cosas le reprochaba que su hija hubiera perdido su empleo en la institución provincial como ingeniera en Telecomunicaciones.
Sin embargo, Triana Martínez está muy asustada. Al igual que su madre, una interna la acompaña en todo momento, en su caso con más razón todavía debido al estado de derrumbamiento en el que se encuentra.
