"En medio de una larga conferencia en la que se hablaba de la propuesta de Bruselas de instaurar un copago sanitario como en Portugal, por ejemplo, yo explico que esto es terrible, y entonces digo lo que son unas propuestas personales mías. Nos están diciendo que se imponga un copago generalizado por el uso de la asistencia sanitaria, y yo contesto que jamás se debería gravar por acudir al médico. Sin embargo, se ha visto que hay prácticas inadecuadas, y deberíamos pensar en fórmulas para cortar esas prácticas, y por eso hablé de tres de ellas. Los españoles somos como somos, y deberíamos pensar en esto. Al estar el sistema sanitario tan abierto hay usos que deberíamos limitar, algunos de los cuales puede que se hagan incluso por desconocimiento. Pero no podemos permitir que por ese mal uso se instaure un copago que perjudique a todo el mundo", defendía Juan José Rodríguez Sendín en una entrevista televisiva.
El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) quería explicar que su reflexión en aquella conferencia era más completa, pero admite que el revuelo causado viene bien para abrir el debate. "Todos sabemos que a veces con la educación no vale. Hay millones de actos médicos diarios donde ésta tiene un papel muy importante, pero no es la única. Nos estamos jugando el papel del sector quizá más importante en una época de nula bonanza económica. Hay que hacer algo y lo que no puede ser es que se instale un copago para quienes acuden al médico. Tanto eso como las multas son indeseables, pero entre algo que está mal y algo que es mucho peor, hay que elegir la opción menos mala", algo en lo que según él, los médicos tienen experiencia.
Rodríguez Sendín, quien el pasado lunes había propuesto que se impusiera una tasa para aquellos que hicieran un mal uso de las urgencias, quienes no se molestaran en anular citas médicas a las que no iban a acudir o quienes ni siquiera recogen unas pruebas diagnósticas, volvía a defender sus medidas, aunque matizaba que no se trataba en ningún caso de gravar a aquellos pacientes que acuden al médico por tener alguna duda, y que él no optaría por el copago ni siquiera para quien va al médico por miedo. "Algunos incluso hacen mal uso porque no saben dónde acudir. Lo que queremos es llamar la atención para que se usen las consultas, la atención primaria, los centros de salud para la primera instancia. Simplemente es un problema de ordenar. Yo hablo de sancionar a aquellos que consciente y voluntariamente no desean utilizar unos servicios y utilizan otros", comenta.
Estas propuestas del presidente de la OMC encontraron pronto la oposición de la Sociedad Médica de Urgencias, que hablaba de que no se podía juzgar a priori la gravedad de un paciente, de los portavoces para la defensa de la sanidad pública, que achacaban el uso de urgencias a los retrasos en la citación de los pacientes por vías ordinarias, e incluso de la ministra de Sanidad. Rodríguez Sendín, conocido defensor del Sistema Nacional de Salud, asegura que su intención es mantener su viabildiad actual sin necesidad de imponer las medidas que ya se utilizan en países como Italia, Irlanda o Portugal, donde existen tasas para acudir a las Urgencias, e incluso donde es necesario recibir "autorización" telefónica antes de poder hacerlo.
"Estamos manteniendo algo que tiene mucho valor en un momento crítico de la economía. No sólo no podemos invertir más sino que encima estamos sufriendo recortes. No digo que sea justificado adoptar medidas económicas, pero los médicos estamos acostumbrados a que ante problemas o soluciones malos, escojamos la menos mala. Las propuestas tienen como objetivo evitar un mal mayor que perjudique a todos. Lo demás es sacar las cosas de quicio", sentenciaba.
