Apetecibles descuentos del 50%, gangas inesperadas, oportunidades... Las rebajas ya están aquí y muchos consumidores parecen incapaces de resistirse a los hipnóticos reclamos que adornan los escaparates. Pero ojo: el terreno de las bicocas suele ser propicio para dar gato por liebre, especialmente en un momento en el que el cliente mantiene la guardia baja deslumbrado por los supuestos chollos.
Antes incluso de que los escaparates amanecieran repletos de carteles con descuentos, distintas asociaciones de consumidores han elaborado sendas guías para disfrutar de las rebajas sin sobresaltos. Advierten de que, entre descuento y descuento, proliferan los fraudes y recuerdan que lo que está de rebajas son los productos, no los derechos de los clientes.
En este sentido, Facua ha denunciado que nueve de cada diez consumidores detectaron falsos descuentos en las últimas rebajas. Según una encuesta elaborada por la organización, en la que han participado 2.116 ciudadanos, el 88 por ciento de los clientes asegura haber observado descuentos que no eran reales en sus visitas a comercios durante la anterior temporada de rebajas. Asimismo, el 25% indica que detectó estas irregularidades en casi todos los establecimientos a los que acudió y el 29% señala que apreció este fraude en "la mayoría de las tiendas".
"Tendemos a creer que nos regalan algo y no es así. Si los comerciantes recurren a las rebajas es porque ganan dinero", aseguran desde Facua
Entre los fraudes más habituales que denuncia Facua está el de "falsear los precios de una parte de sus productos para hacerles creer que tienen importantes descuentos que en realidad no existen o están hinchados". La asociación denuncia también que hay empresas que en los días previos al inicio de las rebajas incrementan los precios de muchos productos para después anunciar un descuento de forma fraudulenta. Además, las grandes cadenas tienden a aprovechar la histeria colectiva para 'metérnosla doblada' y sacar productos de temporadas pasadas como si fueran mercancía novedosa.
Teniendo en cuenta todas las triquiñuelas que se producen en rebajas y para evitar la luz cegadora de los descuentos, la asociación ha puesto en marcha una campaña en Twitter con el hashtag #TimoRebajas con la que pretende que los consumidores se conviertan en "cazadores de fraudes" y así destapar las irregularidades que cometen determinados establecimientos. "¿Por qué este ordenador está más caro después de Reyes? Antes costaba 444 euros y ahora 499", asegura una potencial compradora de una conocida cadena dedicada a la venta de electrodomésticos y electrónica. Mientras, otra usuaria descubre que una prenda de ropa que ahora se vende por 51 euros con descuento, antes, sin embargo, costaba 49,99 euros. "Esto son rebajas y lo demás son tonterías", ironiza.
"Suponen un fraude a los consumidores y una práctica de competencia desleal con los comercios que aplican rebajas reales", indican desde Facua, reclamando más inspecciones y sanciones contundentes por parte de las autoridades autonómicas de consumo. Y añaden: "La ingenuidad debe quedarse en casas cuando salimos de compras. Tendemos a creer que nos regalan algo y no es así. Si los comerciantes recurren a las rebajas es porque ganan dinero".
Por otro lado, la asociación recuerda que si cualquier producto comprado durante la época de rebajas tienen algún defecto de fabricación, sea cual sea el descuento, no deja de tener dos años de garantía. "Lo tiene que asumir el establecimiento", apuntan. En caso de que se haya comprado por internet, "los consumidores tienen 14 días para devolverlo en caso de que se arrepientan".
Consejos para aprovechar las rebajas sin sobresaltos:
- Hacer una lista: revisar qué necesitamos, y restringir nuestras compras a esa lista, es el paso principal para evitar gastos innecesarios.
- Marcar un presupuesto: tener delimitada la cantidad de dinero que queremos destinar a las rebajas será la mejor forma de restringir las compras compulsivas.
- Planificación: antes de ir de rebajas es aconsejable visitar las tiendas en las que queremos comprar para localizar los productos que nos interesan y así poder ir directamente a ellos sin despistarnos por las ofertas llamativas de otros productos que realmente no son los que necesitamos. La compañía Wiquot.com, un gestor inteligente especializado en el ahorro familiar, apunta que también es recomendable marcar una pauta y visitar primero las tiendas donde se encuentra lo que más falta nos hace o más descuentos ofrecen.
- Revisa bien los artículos: es importante revisar nuestras compras y revisar que realmente los precios están rebajados porque muchos comercios aprovechan esta época del año para sacar a la venta productos de otras temporadas que no han podido vender.
- Comprobar los precios: la normativa establece que en las etiquetas debe aparecer el precio original y el rebajado, o al menos el porcentaje de descuento. Si el precio está tapado con una pegatina indicando el actual, es recomendable levantarla y comprobar cuál era el precio anterior para evitar estafas.
- Los productos deben estar en perfecto estado: en rebajas los artículos deben mantener los estándares de calidad. Y en caso de ofrecer productos con tara, el comerciante deberá indicarlo explícitamente.
- Infórmate de las condiciones de compra: en rebajas es frecuente que algunos establecimientos cambien sus normas de compra (condiciones de pago, modificaciones en el tiempo para devoluciones o cambios, etc.). Estas deben aparecer claramente especificadas en el ticket y en puntos visibles para el cliente.
- Permanecen los derechos del consumidor: en este periodo de tiempo, los derechos del consumidor a la hora de la compra o de la postventa no varían y deben estar plenamente garantizados.
- Derecho a reclamar: si el cliente recibe un mal servicio, se ha dado cuenta de que le han cobrado más caro un producto de lo que marcaba la promoción o tiene algún defecto, tiene derecho a reclamar. La Organización de Consumidores y Usuarios recomienda hacer uso de las hojas de reclamaciones para formalizar la queja.
- Guardar todos los tickets y facturas: es fundamental conservarlos no solo para poder hacer devoluciones o cambios, sino también para llevar un control de los gastos que se han realizado.