El Ayuntamiento de Pamplona retrasó 20 minutos el lanzamiento del tradicional chupinazo de Sanfermines por la colocación de una gran ikurriña sobre la plaza Consistorial, que impedía lanzar el cohete. La bandera fue colocada por al menos dos radicales que se han subido a un tejado de la plaza Consistorial y la han colgado sobre una cuerda. El juez de guardia ha abierto diligencias por un supuesto delito contra el orden público, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Navarra.
En el momento del incidente, el alcalde de Pamplona, Enrique Maya, explicó que iban a trabajar para retirar la bandera, y en cuanto se retirara, se lanzaría el chupinazo que da inicio a los Sanfermines. "Vamos a ver cómo se puede resolver el problema y analizaremos seriamente qué ha ocurrido, quién ha colocado esa bandera, pero las sospechas son evidentes", censuró.
Instantes antes de las 12.20 horas, el concejal socialista Eduardo Vall, el encargado de prender la mecha del cohete, salió al balcón de la Casa Consistorial para iniciar los Sanfermines ante miles de mozos que esperaban en la plaza. Tras decir "ahora sí", Vall pronunció las palabras que daban por inauguradas las fiestas de San Fermín. "Pamploneses, pamplonesas, iruindarrak, gente forastera, desde el respeto institucional, ¡Viva San Fermín!, ¡Gora San Fermín!".
Tras la incertidumbre de los miles de asistentes, el chupinazo tuvo por fin lugar y la fiesta comenzó.
Reunión extraordinaria de los grupos municipales
El Ayuntamiento de Pamplona celebró una Junta de Portavoces extraordinaria para abordar la situación que se ha generado como consecuencia del incidente. La práctica totalidad de los grupos municipales, excepto Bildu, han expresado su malestar por estos hechos y han criticado lo ocurrido.
Una vez iniciadas las fiestas y con los Sanfermines discurriendo con normalidad por las calles, los grupos municipales se reunirán en la Casa Consistorial para abordar los hechos.