Las iniciativas solidarias en hostelería pueden ser una verdadera vía de escape para muchas personas que viven su día a día especialmente golpeadas por la crisis. Desde diferentes ONG´s y asociaciones ciudadanas se organizan para echar una mano a quienes no cuentan con recursos para algo tan vital como alimentarse.
Uno de estos ejemplos de iniciativas se encuentra en Terrassa (Barcelona), donde el restaurante La Trobada ha acaparado todas las miradas incluso de la prensa internacional (Italia, Francia, Rumanía, Vietnam) tras la puesta en marcha de su particular modelo: ofrecen menús a diario al módico precio de 6,50 euros, 5 si son menús infantiles. Pese a lo razonable de la cantidad, van todavía más allá y facilitan que en caso de no poder pagar la comida, se realice a cambio una hora de tareas en el propio restaurante, como servir mesas, ayudar en la cocina o fregar los platos. Esto supone una vuelta al trueque, a aquello que siempre se ha dicho de "si no pagas, te quedas fregando".
Unas 35 personas derivadas de los servicios sociales pueden trabajar una hora al día por un máximo de tres meses para pagar el menú de 6,50 euros del restaurante
La iniciativa se ha puesto en marcha para 35 personas que pueden disfrutar de este modo de gestión durante tres meses, periodo tras el cual deben dejar paso a otras 35. El restaurante ha sido creado y gestionado desde ALEI, una Asociación Local de Entidades para la Inclusión de Terrassa, en la que es su primera gran acción conjunta de mayor envergadura. La asociación, fundada en 1999, está formada por "entidades sin ánimo de lucro, la mayoría de acción social aunque también de movimiento cultural y vecinal, que trabajan conjuntamente desde la proximidad y la construcción de redes comunitarias, de buena vecindad y de ayuda mutua", según defienden.
Los colaboradores que finalizan su periodo de tres meses pasan a formar parte de las diferentes entidades de la red de ALEI. "Entonces habrá que mirar cómo encajar estas personas con las necesidades de las entidades", según declarava Xavier Casas, gerente del restaurante.
Desde el pasado 21 de marzo, La Trobada abre sus puertas proporcionando alimento los días laborables de 12.30 a 15.30 horas, ofreciendo además un descuento para clientes en un parking cercano a su local. Por lo general, el menú suele ser muy calórico, ya que puede que sea la única comida del día de muchos de los que acuden a este local de la 'colla castellera' Los Minyons de Terrassa.
El restaurante sirve unas 60 comidas al día entre comensales convencionales y 'colaboradores', y los menús están cofinanciados por el Ayuntamiento y diferentes ONG´s
Este particular 'restaurante del tiempo' está dando una media de 60 comidas al día entre los comensales convencionales y los 'colaboradores', que acceden a esta iniciativa a través de los servicios sociales de Terrassa, cuyo Ayuntamiento también financia una parte de los menús. De momento, el presupuesto presentado para el primer año es de 176.700 euros, de los que 30.000 provienen del consistorio, 95.700 de la Fundación La Marató, 13.500 de Cáritas. Los restantes 37.500 pertenecen a los comensales convencionales que sí pagarán el precio de los menús.
Operación Café
El ejemplo de La Trobada no es ni el primero ni el último entre las iniciativas que la hostelería ha puesto en marcha para poner su granito de arena en esta crisis. Después del éxito del año pasado, Acción contra el Hambre ha iniciado una nueva campaña solidaria en la que cerca de 430 cafeterías de toda España ofrecen 0,10 céntimos por cada café que demanden los clientes.
Se trata de la 'Operación Café', que funcionará desde el pasado 1 de mayo y hasta el próximo 15 de junio, y que a través de las numerosas cafeterías adheridas, destinará diez céntimos de cada café servido a la prevención, diagnóstico y tratamiento de la desnutrición infantil.
Esta campaña de la ONG viene a continuar la que ya puso en marcha el pasado 2012, cuando entre el 15 de septiembre y el 15 de noviembre promovió su particular 'Restaurantes contra el Hambre', en la que los establecimientos adheridos elegían un plato de la carta y lo convertían en solidario, de manera que el restaurante donaba una cantidad para los mismos fines que la que ahora está en marcha.
