Los desvelos del Ministerio de Fomento por solventar la caída de tráfico del aeropuerto de Barajas, con vistas a la futura privatización de AENA, tendrán incidencia negativa en Iberia si se confirma la llegada de Norwegian a la T4. La 'low cost' escandinava golpeará directamente donde más le duele ahora a la aerolínea española: el corto y medio radio, que no logra hacer rentable ni siquiera con el recorte de rutas.