En mayo de 2009, el Tribunal Supremo le impuso una condena de dos años, once meses y 29 días de prisión por un delito de insolvencia punible (quiebra fraudulenta), pena de la que le quedaban sólo meses por cumplir. El condenado debía haber regresado al centro penitenciario de Alicante II (Villena) el pasado fin de semana después de un permiso, aunque no ha llegado a reincorporarse.Las fuerzas de seguridad han abierto un dispositivo de búsqueda, sin resultados positivos hasta el momento.