El presidente de Iberdrola no perdona la disidencia interna. Cuando Florentino quiso cargarse a Galán sondeó a Fernando Becker para postularle como sustituto del ejecutivo salmantino. El amigo de Rajoy denegó la envenenada invitación del dueño de ACS, pero Galán se enteró y lo mandó a galeras. Ahora lo recupera, con nuevos bríos, como director corporativo de Iberdrola España.