Los internos fieles a la línea oficial de la banda terrorista pretenden que el acercamiento a cárceles próximas al País Vasco y Navarra se generalice a reos enfermos, los que hayan sido condenados por delitos menos graves y los que tengan cumplida tres cuartas parte de sus penas. El Ministerio del Interior ha reiterado en numerosas ocasiones que no modificará su política penitenciaria hasta que la organización terrorista anuncie su disolución. 

La instrucción interna de Instituciones Penitenciarias que debe detallar los pasos a seguir con aquellos reclusos que se acojan a él no ha llegado ni a Nanclares de Oca (Álava), donde se concentra el mayor número de presos disidentes de la organización terrorista. "Lo único que sabemos es lo que hemos leído en los periódicos", denuncian los funcionarios.