Alexa, el popular asistente virtual de Amazon, dispondrá en las próximas semanas de la opción de que su voz suene como la del actor Samuel L. Jackson, así como de las de otros famosos en el futuro, anunció hoy la compañía.
En un evento en su sede central en Seattle (estado de Washington, EE.UU.) en el que también presentaron sus últimas novedades en hardware, Amazon indicó que la voz grave de Jackson estará disponible en inglés antes de que termine el año y que las de otros famosos llegarán en 2020.
El vicepresidente de Dispositivos y Servicios de Amazon, David Limp, reveló que cada nueva voz de famoso que se quiera usar en Alexa costará 99 centavos de dólar.
La compañía que dirige Jeff Bezos indicó que replicar la voz de Jackson y el resto de famosos es posible gracias a la nueva tecnología también presentada este miércoles "Texto a Discurso Neuronal" que imita mejor la voz humana otorgándole "mayor emoción y expresividad".
Amazon también presentó en su evento de hardware unos auriculares inalámbricos, unas gafas de sol y un anillo que lleva Alexa integrada, así como modelos actualizados de su gama de altavoces Echo, incluyendo una versión de gran tamaño con sonido envolvente Dolby Atmos.
Polémicas con los asistentes virtuales
La empresa celebró este evento en un momento en que los asistentes virtuales se han visto salpicados por las polémicas, después de que a principios de julio la prensa belga publicara que personas contratadas por Google estaban escuchando algunas de las interacciones que los usuarios mantienen con Google Assistant, y, a raíz de aquel caso, Amazon, Apple, Facebook y Microsoft reconocieron prácticas similares.
Se trata de prácticas que se vienen haciendo desde el mismo momento en que se pusieron en funcionamiento estos servicios y que son conocidas dentro del sector, pero que en muchas ocasiones no han sido comunicadas de forma precisa o transparente al público.
Las empresas lo justifican alegando que, pese a los avances en aprendizaje automatizado e inteligencia artificial, las máquinas siguen sin ser perfectas y por tanto necesitan que de vez en cuando seres humanos comprueben que están funcionando correctamente y contribuyan a posibles mejoras del sistema.