¿Me pasas mi iPad? Acércame el iPhone. ¿Tienes un Kleenex? ¿Me preparas un Cola Cao? No decimos tablet, decimos iPad. No decimos teléfono, decimos iPhone. No decimos pañuelo de papel, decimos Kleenex, y no decimos cacao en polvo, decimos Cola Cao.
Conseguir esto convierte un producto en otra cosa. En un concepto, en algo único. Esto es lo que ha conseguido Apple. No vende productos, vende conceptos, sensaciones. O vendía.
Aunque es innegable que sigue siendo un referente en el mercado, la amenaza tiene ojos rasgados, mucho dinero y una ingente producción de dispositivos. ¿Para qué gastarme 800 euros en un teléfono si por 400 tengo un equipo que hace lo mismo? Esta pregunta no existía hace años en la mente del 'fanboy' de Apple, que hacía cola y pagaba lo que fuere por el último parto de los de Cupertino.
No es un problema de innovación
Charlaba con mi compañero Enrique Dans, profesor en el Instituto de Empresa, acerca de cómo ve él la cosa, y asegura que no es un problema de innovación. Dice que falla el último giro de tuerca que hacían tan bien antes -cuando Jobs- y que tantos éxitos le ha dado a la compañía de la manzana mordida. Estoy de acuerdo a medias. Es cierto que sus productos ya no tienen ese polvo de hadas, pero no es menos cierto que hay muchos más actores sobre las tablas.
ZTE, fabricante de móviles y de infraestructuras de telecomunicaciones chino, es ya la empresa que más innova, tras presentar 4.123 solicitudes de patentes en 2016. Huawei, a la que desde ZTE llaman "los primos" -por aquello de que sus sedes chinas se encuentran muy cerca y se dedican a lo mismo-, es la segunda compañía en este ránking, con 3.692 solicitudes de patentes presentadas.
Los chinos han pasado de ser 'copiotas' a 'innovotas', y además están llenando el mercado de teléfonos buenos, bonitos y baratos. Compiten en cantidad. En precio. Y ahora también -y esta es la clave- en calidad. La tarta es más grande pero los pedazos más pequeños.
Según el último ejercicio financiero publicado por Apple, la compañía ha logrado sus mejores resultados en las ventas de iPhone -a pesar de que en el anterior ejercicio antes de ellos las ventas de móviles cayeron por primera vez-, pero las tablets se le atragantan. Además, les cuesta hacerse un hueco en el sector empresarial donde Microsoft, con su Surface, se ha hecho sitio en Estados Unidos, el mercado tradicional de Apple.
Sigo pensando que no me parece un problema grande en exceso, el de los tablets, a pesar de su mal comportamiento. Sí creo que lo tienen en el mercado de los móviles, donde precisamente crecen como nunca. La cosa está en que el mercado creció tan sólo un 3% en 2016, cuando no hace mucho el ritmo era de dos dígitos. Es un problema para Apple porque el iPhone es su producto más vendido.
Y ahora, ¿qué? Pues parece que el viento sopla en torno a la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual, donde desde Apple dicen tener mucho que decir. ¿Un móvil con Realidad Virtual y Aumentada? ¿Unas gafas para consumir este tipo de contenidos? Veremos, rumorología no va a faltar. Y más siendo Apple. Al tiempo.
Es posible que esta opinión sea una 'iRealidad Aumentada', porque Apple sigue siendo referente en muchos aspectos además de en ventas y la facturación, pero la mujer del César, además de serlo, ha de parecerlo.
