“Somos pobres: el BOE y las bases de datos públicas son lo único que tenemos para luchar contra la corrupción”. Con esta frase arrancaba la presentación del software libre que han creado un grupo de trabajo del hacklab de La Ingobernable para rastrear las bases de datos del Boletín Oficial del Estado (BOE), del Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME), del Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) en busca de tramas de corrupción.
La herramienta, que en unos meses podría estar abierta al público, permite realizar búsquedas de una manera más simple entre las relaciones de empresas y sus socios -ingeniería societaria- y las adjudicaciones de contratos públicos en estos registros oficiales.
La interfaz muestra resultados de forma clara, “casi como un Google” y pudimos comprobar que es así. La comparación es de Ana, perteneciente al grupo de trabajo que lo ha creado, tras años de investigación y tres meses de desarrollo tecnológico intensivo. Ellos presentaron el software ayer ante una sala a rebosar en el Hackmeeting17, que se está llevando a cabo estos días en el centro social La Ingobernable, frente al Caixafórum.
Caso Lezo, caso Gürtel, trama Púnica, caso Ático, y así podríamos seguir contando más de cien en nuestro país. La corrupción se mantiene como la segunda preocupación de los españoles en todos los barómetros que el CIS realiza mes a mes (PDF del de septiembre 2017), la colaboración entre desarrolladores, fiscales, investigadores, periodistas y ciudadanos puede ser una de las maneras de luchar contra este problema. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) cifra en 90.000 millones de euros al año el coste de estos delitos.
La investigación de fiscales y jueces en estos años ha destapado tramas en las que mismas personas corruptas y empresas se relacionan en distintos casos. Por eso una de las funcionalidades más interesantes de la aplicación que vimos en funcionamiento ayer es la de filtrar datos de estos documentos por relaciones o entramados.
A partir de los datos de directivos y responsables de compañías, se muestran otras empresas en las que ellos participen, y finalmente se filtra todo cruzando datos de sentencias judiciales por corrupción, que son metidos en el software, basados en el conocimiento del equipo. “El punto que marca la diferencia con otras herramientas que todo el mundo tiene, es que nosotros sabemos mucho de corrupción porque llevamos años investigando”, explica a Vozpópuli Ana, una de las integrantes del proyecto. “Yo no puedo decir lo que es corrupción porque eso lo dice un juez, pero la herramienta orienta”.
Existe la posibilidad de un sistema de alertas sobre un nombre o empresa en concreto para conocer sus últimos pasos.
“Hay otras herramientas que ya se han hecho para búsquedas de este tipo, no de forma tan sencilla e intuitiva, me parece a mí”, dice Ana. “La clave es que yo tengo una forma de testeo o de concepto sobre cómo simplificar lo complejo que hace que sea muy sencillo, que hace que parezca un buscador como Google”, señala.
Uno de los primeros resultados de este grupo de trabajo ha sido “conocer con el modus operandi de la ingeniería societaria: los modos, estrategias y formas que utilizan las tramas de corrupción habitualmente para operar”. Al reconocer un patrón “se facilitaría prevenir posibles movimientos irregulares antes de tiempo”. La herramienta abre así la posibilidad de instaurar un sistema de alertas sobre un nombre o empresa en concreto para conocer los últimos pasos de las personas que están siendo investigadas.
Destacan el potencial de una herramienta así para que “la ciudadanía digital pueda investigar a qué se dedica el dinero público, plataformas ciudadanas, y también para que los jueces y fiscales cuenten con una metodología más de trabajo, instituciones públicas y para los medios de comunicación”.
Por el momento esa es la idea, porque la herramienta está aún sin terminar, da algunos fallos y aún no está abierta al público. ¿Cuándo lo estará? Una vez que este software arroja resultados, hay que verificarlos y contrastarlos. Ana se muestra cuidadosa en este sentido y dice que “luego tenemos que ir trama por trama verificándola. Yo sé que la herramienta puede hacer eso pero no quiero abrirla hasta que no esté contrastado, me puede llevar hasta, no sé, años”, y se muestra optimista en que en un tiempo puedan salir de esta “megabeta” en la que están, sobre todo con la colaboración de más gente.
Los desarrolladores invitan a ponerse en contacto con ellos a todo el que quiera a colaborar para mejorarla y añadir nuevas funcionalidades, como las alertas, las visualizaciones gráficas para estadísticas o las que puedan surgir.