Llega el verano y, con él, el calor, las playas de blanca arena y las vacaciones. Esta es precisamente la época del año en la que los teléfonos móviles más pasan por los talleres de reparaciones, pero hay forma de reducir o minimizar riesgos.
Quizá uno de los más importantes sea protegerlo del sol y de agentes externos como la arena. El calor machaca las baterías. Mantener el dispositivo mucho tiempo a altas temperaturas puede acabar por malograr la pila, el componente que más sufre en la época estival.
Contar con una funda específica para la playa, que mantenga la arena lejos de las ranuras del teléfono, es otra opción interesante para proteger un bien que cuesta desde centenares hasta miles de euros.
En el video que acompaña esta información tienes más detalles y consejos de lo que puedes hacer con tu teléfono para evitar llevarte un disgusto este verano.