Tecnología

Las tres encrucijadas de Apple

Casi tres cuartas partes de la facturación de la compañía vienen de iPhones e iPads. Las ventas de ambos productos decrecen.

  • Fotografía de archivo fechada el 27 de enero de 2015 que muestra el logotipo de la multinacional estadounidense Apple Inc.

Charlaba el otro día con un amigo. En un momento de la conversación, sacó su teléfono, que lucía una rotura de pantalla incurable, y le animé a que comprara otro.

"Para qué, si este hace todo lo que necesito. Tiene todo lo que quiere".

Esta frase enmarca un problema al que se deben enfrenta el mayor fabricante de telefonía móvil, Apple. Y el problema tiene un nombre. Se llama 'techo tecnológico'.

Hace años, cambiar de un móvil a otro era pasar de una pantalla en blanco y negro a una a color. De un móvil sin Internet a otro con correo electrónico y WhatsApp. Significaba cambiar un teléfono con botones físicos por otro con pantalla táctil. Ahora, cambiar de un dispositivo a otro supone ganar algún megapíxel más en su cámara, un poco más de batería, algo de diseño... No hay grandes diferencias de un lanzamiento a otro.

Apple vende menos teléfonos según sus últimos resultados, pero sin embargo ingresa más. Esto habla, y mucho, de la fidelidad de los fanboys de la californiana. Pero pone sobre la palestra la primera de las encrucijadas a las que se enfrenta Apple. Se ha tocado el techo tecnológico. 

Casi tres cuartas partes de la facturación de Apple vienen del iPhone y el iPad, equipos que cada vez se venden menos

Un techo, que aflora la segunda de las encrucijadas: el poder de empuje de los chinos. Si un teléfono no ofrece algo suficientemente diferencial respecto a otro, ¿en qué me fijaré a la hora de adquirir uno a otro? Blanco y en botella. En el precio. No es que Apple ya no ofrezca equipos disruptivos, que los ofrece, sino que no son tan disruptivos como los de antes. No hay tanta sorpresa cuando se lanza un nuevo terminal.

Y es algo que también es extrapolable a su rival directo, Samsung, que también sufre en sus propias carnes el empuje asiático, si bien los coreanos cuentan con una ventaja respecto a la firma de la manzana mordida.

"En países como Alemania o Italia Samsung está por delante de Apple porque las novedades tecnológicas que ofrece son del calibre de la californiana, pero sin embargo su precio es más ajustado", asegura Francisco Jerónimo, director de investigación de dispositivos móviles para Europa de IDC.

La consultora también es concluyente con los datos de venta de tablets. Asegura que las ventas mundiales de tablets se redujeron un 8.5% en el primer trimestre de 2017. Ya son diez los meses de reducciones mientras el mercado migra a los ordenadores convertibles (tablet+teclado).

La importancia de los teléfonos móviles y los iPads en la facturación de la norteamericana es simplemente capital. De los 52.000 millones de dólares facturados en el último ejercicio fiscal, 33.000 millones son 'culpa' del iPhone y 4.000 millones del iPad. Macintosh ingresa 5.800 millones y por el concepto 'Otros servicios', en los que se enmarca la Apple Store, 7.000 millones. En resumidas cuentas, teléfonos y tablets se llevan casi tres cuartas partes de lo que ingresa la compañía. Pero, ojo, la división 'Otros servicios' está siendo muy potenciada por la compañía, consciente de que esta puede ser una salida, y crece a un ritmo anual del 20%. Una división que recibiría como agua de mayo la compra de Netflix. Citi alertó anteayer en un informe que no sólo Apple estaría interesada en adquirir Netflix. También Walt Disney o Eletronic Arts, además de otra tecnológica como Tesla.

Una de las bazas de Apple sería inventarse un nuevo mercado con un nuevo producto, como ya hizo con el iPad y el iPod

Apple no tiene hoy por hoy un problema, -vende menos pero factura más-, pero quizá ha llegado la hora de que empiece a considerar seriamente competir en precio en el caso de los dispositivos. En Europa Apple es líder en países como Reino Unido, Suiza o Suecia, cuyos ciudadanos tienen un notable poder adquisitivo, pero cuando nos acercamos al ecuador, la cosa cambia. No es líder ni en España, ni en Portugal, donde Samsung y Huawei copan las primeras posiciones. "En estos países, las marcas chinas se están convirtiendo en un fuerte competidor de Apple, ya que cada vez los precios se ajustan más y es más sencillo ofrecer tecnología de vanguardia a precios asequibles", asegura Jerónimo.

Y ahora viene la tercera de las encrucijadas, toda vez que el precio parece ser, hoy por hoy, la única opción para competir. No hay que olvidar que la compañía hace sólo unas semanas eliminó de su catálogo el iPad Air2, equipo que arrancaba en el entorno de los 700 euros de precio, sustituyéndolo por otro muy parecido en potencia a un precio de 399 euros.

El problema de abaratar el producto es que podría hacer que las tornas se cambiarán. Ahora vende menos teléfonos pero gana más. Se puede dar la derivada de que vendan más teléfonos pero ingresen menos.

Así las cosas, la compañía presentará en los próximos meses el iPhone 8. Si tecnológicamente el salto es grande, Apple volvería a vivir de lo de siempre: productos que no están en el imaginario de las personas. 

"Apple genera mucha expectación alrededor de cada producto. La estrategia de muchos usuarios es esperar al lanzamiento del iPhone 8, bien para adquirir el anterior modelo a un precio más rebajado, bien para hacerse con el nuevo porque tecnológicamente es un salto significativo", concluye Jerónimo.

Si el camino va a seguir siendo la venta de dispositivos, el iPhone 8 se plantea crucial. O lo que ofrezca el nuevo terminal estimula las compras, o se avecinan nubarrones, a no ser que los de Cupertino se inventen un nuevo mercado con un nuevo producto, como en su día consiguieron con el iPod o el iPad.

Lo que parece claro es que las tres encrucijadas son como un dominó. Cada una de las fichas empuja a las siguientes. Se ha alcanzado un techo tecnológico (primera ficha) que favorece a los fabricantes chinos (segunda ficha ficha), que compiten con tecnología similar a bajo coste (tercera ficha). O Apple se vuelca en la I+D para ofrecer más productos y novedades tecnológicas, o tendrá que competir en precio, situación en la que jamás se ha encontrado.

Existe otra posibilidad, y pasa porque el público más fiel de la compañía siga comprando los nuevos productos de Apple a pesar de que no ofrezcan el salto tecnológico de otras ocasiones.

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