Hace unos años ya hubo experimentos entre operadores de telecomunicaciones y empresas energéticas para llevar Internet a los hogares a través de la red eléctrica. Fue la tecnología PLCm que quedó en algo anecdótico.
Ahora, si bien no con el mismo formato, ha vuelto a producirse el mismo binomio con el mismo objetivo: llevar internet a los hogares.
En este caso el modelo es diferente. Si antes la conectividad viajaba en el mismo cable que la electricidad, ahora de lo que se trata es de utilizar las infraestructuras que llevan la red eléctrica a los hogares para introducir fibra por los mismos conductos.
El operador de telecomunicaciones Adamo y la compañía eléctrica Viesgo, que da servicio en Cantabria, ya lo están haciendo. La idea, según Johan Andsjo, presidente de Adamo es "llevar fibra óptica allí donde exista un enchufe a la red".
Tirar fibra óptica de la forma tradicional es mucho menos económico, dado que se deben cavar zanjas y modificar infraestructuras hasta llegar a los hogares.
En el caso de las infraestructuras de las compañías eléctricas, todo se reduce a utilizar aquellas 'tuberías' y 'canalizaciones' ya existentes, por las que viajan los cables que llevan la electricidad, y aprovechar el espacio para introducir la fibra.
Es una de las vías por las que llegar donde no es rentable hacerlo de la manera tradicional por el coste que implica y los pocos clientes que usarán las infraestructuras.
Los grandes operadoras explican lo mismo: ya tienen cobertura para el 100% de la población. Donde no llegan a través de fibra lo hacen a través de par de cobre o de ADSL, y donde no funciona lo anterior, lo hacen vía satelital.
Fibra, velocidad y calidad en los pueblos
La diferencia entre la fibra y el resto de tecnologías está en la calidad y velocidad de conexión que otorga el cable y la que brinda el resto de tecnologías, que es mucho menor.
Y por ahí es por donde Adamo quiere abrir brecha (hablar del millón de clientes). Ya ha comenzado en Cantabria, acuerdo que han aireado a bombo y platillo en rueda de prensa junto al mediático presidente de su comunidad, Miguel Ángel Revilla. Estarán en 200.000 hogares de en los próximos años en la región. Y tendrán su fibra en un millón de hogares españoles.
Además, ofrece servicios convergentes (voz y datos tanto fijos como móviles) gracias al acuerdo que posee con MásMóvil.
En Cantabria podrán dar un servicio que los grandes operadores no pueden porque no se atreven a tirar fibra en una orografía tan complicada, dado que el coste es muy alto.
Será cuestión de marketing, pero Adamo está ofreciendo la friolera de 1.000MB en la descarga de datos y 300MB de subida, y es algo que van a llevar también a los pueblos y lo calidades más recónditos de la España profunda.
Un movimiento diferente en un mercado maduro, en el que resulta complicado ver a alguien que no tenga un móvil en el bolsillo y fibra en casa. En las ciudades, claro. En los pueblos es harina de otro costal.
Hasta ahora, claro. La alianza entre una eléctrica como Viesgo y un operador como Adamo abre la puerta a una nueva forma de tender infraestructuras, a una nueva forma de llegar a más personas para hacer clientes, ofreciéndoles lo que las grandes compañías no pueden -o no quieren-: fibra óptica en zonas rurales.