Adara Molinero, ganadora de Gran Hermano VIP 7, ha sido fotografiada saliendo de hospital con muy mala cara.
Aún con la bata puesta, la joven, de 27 años, estaba todavía convaleciente tras haber pasado por quirófano el pasado miércoles 30 de septiembre para quitarse las prótesis que le colocaron en una operación de aumento de pecho que le estaba causando muchos problemas.
Adara Molinero, convaleciente tras su última operación de pecho
Tras la intervención, la joven reveló que el postoperatorio no estaba siendo fácil y que vomitaba muchísimo debido a la anestesia.
Al salir del hospital, tuvo que ser ayudada por su madre, Elena Rodríguez, y su novio, Rodri Fuertes, a meterse en el coche, tal y como vemos en las fotos.
Su madre, de hecho, ha sido un pilar fundamental durante la estancia de la joven en el hospital, donde ha estado ingresada una semana: "Mi madre me ayuda con todo, me da de comer, me incorpora ella, me ayuda a ir al baño. Todo”, explicaba Adara en sus redes sociales.
Ahora ya se encuentra en casa y se recupera bien. “Me sigue doliendo pero estoy un poquito mejor”, confesaba la madrileña.