La última moda entre los jóvenes es consumir viagra tras una noche de fiesta. El principio activo de este medicamento es el sildenafil y su finalidad es tratar la disfunción eréctil en hombres adultos, sobre todo a partir de 60 años. Entonces, ¿por qué acuden a este medicamento si no lo necesitan?
Se estima que uno de cada cuatro jóvenes de entre 16 y 30 años hacen uso de la viagra. Su consumo, principalmente, se debe a la ansiedad anticipatoria. Lo más habitual es que la tomen durante el fin de semana para poder rendir sexualmente tras una noche de exceso.
El fármaco de Pfizer se comercializó en 1998. Su público objetivo eran hombres de entre 50 y 60 años. Sin embargo, la liberalización del principio activo ha provocado un inusual aumento de la oferta de sus genéricos en las farmacias.
En España se calcula que se venden más de 2 millones al año y es necesaria una receta médica para poder comprarla. Esto hace que los jovenes acudan al mercado negro para poder adquirirla.
El principal problema de esta práctica es que el cuerpo puede generar una dependencia psicológica al fármaco si se consume de forma regular y prolongada. También puede provocar una disfunción sexual en el futuro. Además, el hacerlo sin supervisión médica puede aumentar los riesgos de comprar productos adulterados o tóxicos.