Juan Carlos I ocultó 7,9 millones de euros en una cuenta de Suiza hasta verano de 2018. Así lo revelan los documentos a los que ha tenido acceso El Confidencial y que publican este martes. La fecha es clave en la investigación a la que se está sometiendo el rey Emérito: cuatro años después de renunciar al trono, por lo que ya carecía de inviolabilidad.
Los casi ocho millones de euros habrían estado escondidos bajo la Fundación Zagatka, una sociedad instrumental constituida en 2003 y dirigida por el primo de Juan Carlos I, Álvaro de Orleans-Borbón. Tal y como detalla la información publicada, gran parte del dinero estaba invertido en acciones, bonos y otros productos.
La Fiscalía suiza, que investiga desde hace dos años las presuntas actividades delictivas del Emérito en dicho país, apunta a que la salida de fondos de dicha fundación se intensificaron una vez que Juan Carlos I abandonó el trono "y coexistieron con otros productos opacos que también están siendo investigados por la Justicia española", explica El Confidencial. Ahí entrarían las presuntas transferencias opacas del empresario mexicano Allen Sanginés-Krause.
La cuenta de Zagatka en el banco suizo Lombard Odier (número 52549500) registró movimientos hasta hace dos años. Así, los documentos indican que mientras a principio de 2018 el saldo era de 8.729.172 euros, el valor de los activos bajó hasta los 7.881.167 euros el 2 de agosto. Esos 917.320 euros se 'perdieron' mediante retiradas en efectivo y transferencias para pagar bienes y servicios.
Efectivo, bonos, acciones y productos alternativos
Del total de esta cuenta suiza, de la que los investigadores sospechan que el único beneficiario es el Rey Juan Carlos I y su familia, sólo el 3% del dinero estaba guardado en efectivo. El resto se repartía en un 18% invertidos en bonos, un 6% en bonos convertibles, un 59% en acciones cotizadas y un 14% en productos alternativos (como fondos de inversión y sicavs).
Comisión de OHL
Esta cuenta de la Fundación Zagatka es en la que el rey Juan Carlos I habría cobrado una comisión de 4,2 millones de euros de la constructora española OHL por un proyecto en unos territorios de México. Esta comisión se habría debido a la labor del Emérito como intermediario en la venta de unos terrenos de la playa del Carmen -del país centroamericano- a OHL.