Bastaba este 14 de abril un recuerdo de Unidas Podemos en el 89 aniversario de la llegada de la II República, pero el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, quiso ir más allá y atacó directamente a Felipe VI con su reflexión acerca de que desearía que en España "no viéramos a un jefe del Estado vestido con uniforme militar, porque es un representante del pueblo".
"Como mínimo, inoportuno cuando tenemos 18.000 muertos encima de la mesa" y España afronta una recesión económica nunca vista, coinciden en privado no pocos dirigentes del PSOE tras esas las palabras del secretario general de Unidas Podemos, que todavía se resiste a ser recibido en audiencia por el Monarca cuando ya lo han sido todos los vicepresidentes y ministros socialistas. Los primeros miembros de Podemos en el Ejecutivo en pasar por La Zarzuela van a ser el ministro de Universidades, Manuel Castells, este jueves, y la de Trabajo, Yolanda Díaz, el lunes.
La Moncloa tiene conocimiento de que la andanada del líder morado ha indignado sobremanera en la Casa Real porque llueve sobre mojado: hace tres semanas Unidas Podemos se sumó con su #Coronaciao a la cacerolada en los balcones para que el Rey abdique. Quizá por el eso el toque más sutil lo dio este lunes Felipe González, no a Iglesias... a Pedro Sánchez.
Felipe González avisa a Pedro Sánchez que el Gobierno no puede aceptar "un cambio en el modelo constitucional" aprovechando la pandemia; "no lo aceptarían ni la sociedad española ni el PSOE"
El primer presidente del Gobierno socialista advirtió a su sucesor durante una entrevista en Radio Nacional que "si durante el diálogo (para los nuevos pactos de La Moncloa) alguien cree que es el momento para cambiar el modelo constitucional o para romper las reglas de juego de la Unión Europea, el Ejecutivo no puede tolerarlo". "No lo admitirían la sociedad española ni el PSOE", apostilló el ex presidente en otro pasaje de la entrevista.
"Iglesias es vicepresidente, no mide", apunta con cierta desolación una fuente con acceso a la sede de Ferraz para la cual esta nueva andanada desde el gobierno de coalición contra Felipe VI en un momento delicado de la institución no va a ir a mayores solo porque "vamos a mirar para otro lado y no daremos más argumentos" a la oposición contra un gabinete que tildan de "socialcomunista".
"Pero ha sentado mal, para qué negarlo", se insiste, sobre todo porque da munición a Pablo Casado y al PP. Muestra de ello, de que el PSOE no quiere que el asunto vaya a más para no dar munición al adversario es la respuesta de un destacado presidente autonómico al ser preguntado por Vozpópuli: "Paso", respondió, para no enrarecer aún entre los dos socios del Gobierno de coalición y para dar a entender que él está a lo importante: la crisis del coronavirus.
En el PSOE también afean al ministro Garzón que este Viernes Santo, cuando España estaba a punto de llegar a 15.000 muertos, colgara un tuit 'cinéfilo' que muchos católicos interpretaron ofensivo
El problema, no obstante, advierte alguno de los consultados, es más profundo y tiene que ver con "la concepción" de las instituciones y de la estabilidad política. El PSOE es un partido republicano, de hecho sus juventudes también emitieron este martes un comunicado conmemorativo de la II República y pidiendo un cambio del modelo de Estado monárquico. "Pero su secretario general no es vicepresidente del Gobierno ni tiene la proyección internacional que tiene Iglesias", advierte otro dirigente territorial socialista.
A los socialistas, en general, les preocupa que Unidas Podemos siga sin aceptar que estar en el Gobierno supone pagar un peaje que no pagas cuando estás en la oposición. Un ejemplo, el viernes 10 por la noche, cuando España estaba a punto de llegar a los 16.000 muertos, el ministro de Consumo y coordinador general de IU, Alberto Garzón, no creyente, colgó un tuit sobre sus preferencias cinéfilas "en Semana Santa" que corrió como la pólvora entre cuadros socialistas llenando a muchos de ellos de indignación:
https://twitter.com/agarzon/status/1248666781071392769?ref_src=twsrc%5Etfw
Todos pusieron de manifiesto la poca seriedad del titular de Consumo por colgar semejante tuit, que recibió duras críticas en las redes por ofender en Viernes Santo al colectivo católico, buena parte votante del PSOE en muchas partes de España.