La repetición de elecciones va a crear una tormenta perfecta en el Ministerio de Asuntos Exteriores: la próxima salida de Josep Borrell rumbo a la Comisión Europea, prevista para finales de octubre, dejará a España sin titular formal de esta importante cartera en un momento tan delicado como es el inicio del brexit.
Borrell tiene que superar el 7 de octubre el 'hearing' o examen ante los eurodiputados de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Eurocámara y en ese trámite no se esperan sorpresas, a pesar de que el Parlamento Europeo le ha pedido -junto a otros nueve candidatos a comisario- información adicional sobre sus bienes financieros.
Será el pleno del Parlamento al que le corresponda aprobar o rechazar a todo el Colegio de Comisarios, una votación que tendrá lugar el 23 de octubre, y está previsto que la Comisión dirigida por Ursula von der Leyen tome posesión el 31 del próximo mes, coincidiendo con la salida del Reino Unido de la UE esa misma noche de 'Halloween' si se consuma el brexit.
Madrid acogerá en diciembre una reunión ministerial del foro de diálogo Europa-Asia (ASEM). Será el acontecimiento diplomático del año en España con un ministro de Exteriores... de prestado
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores dan por hecho a Vozpópuli que Borrell apurará hasta el final como ministro, tal y como hizo en junio con su decisión de no recoger el acta de eurodiputado, y que su despedida del Palacio de Santa Cruz se producirá en algún momento de la última semana de octubre.
Tras su marcha, Pedro Sánchez tendrá que decidir qué ministro asume el trabajo ordinario de Exteriores, aunque de ordinario tiene poco ya que es un ministerio de Estado muy exigente, con viajes al extranjero, una agenda repleta y llamadas continúas.
Un ritmo estresante del que no se libra nadie y que siempre deja secuelas, como le sucedió a Abel Matutes, quien sufrió un infarto agudo de miocardio en 1997 y tuve que tomarse unos meses de baja médica. Es el único precedente en Exteriores de una etapa sin ministro. En aquella ocasión, fue el 'número dos' de Matutes quien asumió las riendas del ministerio durante su ausencia, pero no es la opción que Sánchez valora en estos momentos.
Calvo o Planas
En los últimos meses se ha hablado de la vicepresidenta Carmen Calvo para asumir de forma interina la cartera de Borrell mientras el Ejecutivo esté en funciones, pero con las elecciones del 10-N a la vuelta de la esquina y las negociaciones políticas que se abrirán tras los comicios en la Moncloa se empieza a dudar de su idoneidad.
En cambio, Luis Planas, el actual ministro de Agricultura, y que ya asumió en mayo el Ministerio de Política Territorial tras la marcha de Meritxell Batet al Congreso, sube enteros para convertirse en pluriempleado con un triple cometido gubernamental o, en su caso, compaginar Agricultura y Exteriores -con Zapatero fue embajador en Marruecos y la UE, así que conoce muy bien las relaciones internacionales- y que Política Territorial, un ministerio inactivo al estar paralizada la financiación autonómica y las comisiones bilaterales con Cataluña, pase a otro ministro más desahogado.
El Gobierno en funciones afrontará un fin de año con una intensa agenda internacional. Preocupa mucho el brexit en las primeras semanas de noviembre y los Reyes tienen previsto realizar una histórica visita oficial a Cuba a mediados de ese mes, justo una semana después del 10-N.
Además, Madrid acogerá en diciembre una reunión ministerial del foro de diálogo Europa-Asia (ASEM) que, en la práctica, es el acontecimiento diplomático del año en España. Vendrán los jefes de la diplomacia de 51 países de las dos regiones y es muy posible que España siga bloqueado y con un ministro de Exteriores... de prestado.
