El PSOE gobierna en cinco comunidades autónomas que están llamadas a las urnas para elegir sus nuevos gobiernos autonómicos. Una de ellas es Extremadura. Acusado por la oposición de haber sometido a la región a "la siesta más larga" durante la última legislatura, el socialista Guillermo Fernández Vara aspira a aprovechar el vuelco electoral que se produjo en las generales para retener este territorio.
Algunas encuestas, entre ellas, el último CIS, le dan la victoria incluso rozando la mayoría absoluta. Un resultado que no es de extrañar si se tiene en cuenta el viento de cola de las generales y los datos de los comicios autonómicos de 2015, cuando los socialistas se quedaron a tres escaños de la conseguirla.
En aquella ocasión Vara fue investido como presidente gracias a un acuerdo con Podemos. El declive del bipartidismo y la irrupción de los entonces emergentes también le pasaron factura en la región. De esta forma, recuperó el cargo que había perdido tras la inédita victoria del popular José Antonio Monago en 2011 y uno de los feudos socialistas por excelencia. Ambos se vuelven a enfrentar este 26 de mayo.
"El partido está en el horizonte del 40% de los votos y se va a pelear por que esa mayoría sea más sólida", declaró el actual presidente de la Junta tras la inyección de optimismo de las generales.
"Los resultados del PSOE han sido muy buenos a nivel nacional y extraordinarios en Extremadura. El partido ha ganado en 363 de los 388 municipios de la región, así como en todas las localidades de más de 2.000 habitantes", celebran desde las filas socialistas.
PP de Extremadura
De hecho, la formación ha sacado casi 40.000 votos más en la comunidad que en los comicios generales de 2016. En el otro bando, el presidente del PP de Extremadura y candidato a la presidencia de la Junta, aprovecha la campaña para advertir que "tras las elecciones generales "no hay libro de reclamaciones" y "lo que se votó es lo que va a intentar conformar ahora un gobierno". Ante ello, ha recalcado, en estos comicios del día 26 la región se juega "mucho".
Monago aspira a "sumar voluntades" y a liderar un bloque de derechas que pueda destronar a Vara. Aunque la demoscopia no le ampara. Según el último sondeo del CIS, los socialistas obtendrían entre 30 y 32 escaños y el Partido Popular se desplomaría de los 28 diputados a una horquilla de entre 19 y 21 diputados.
Unidas Podemos, actualmente integrado en una coalición con IU, Equo y Extremeños, también aumentaría escaños y pasaría de los 6 que tiene a los 7-8 diputados. Ciudadanos aumentaría de 1 a entre 5 y 6 diputados y Vox se quedaría fuera de la Asamblea si los pronósticos se cumplen, por lo que esa suma de derechas no alcanzaría para desbancar al PSOE de uno de sus bastiones.
¿Con Podemos o Cs?
Otra encuesta más reciente, publicada este domingo por El Periódico de Extremadura, señala que el PSOE podría sumar con Podemos tanto en su resultado mejor (30+6, respectivamente) como en su resultado peor (28+5). Sin embargo, también apunta la posible suma con Cs (28+8), lo cual, según explica el periodista Antonio Cid "deja el campo muy abierto a Vara para revalidar su gobierno".
La opción andaluza de suma de las tres derechas solo sería posible si las tres formaciones alcanzaran el máximo de representación que les otorga la muestra, algo que, por otro lado, parece improbable.
Los pronósticos para Extremadura cambiaron radicalmente después de las autonómicas de Andalucía. De hecho, antes del descalabro de los socialistas andaluces, los resultados para Vara no eran ni mucho menos tan esperanzadores. Los guiños a los independentistas por parte de Pedro Sánchez, y el apoyo de estos a la moción de censura, no estaban beneficiando a los socialistas extremeños.
Pero la formación de un gobierno andaluz del PP y Cs con el apoyo de Vox, sumado a la foto de Colón, ha propiciado una gran movilización de la izquierda de la que, sin esperárselo, Vara será posiblemente uno de los mayores beneficiados.
