La mini cumbre sobre inmigración que ha convocado el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, se puede considerar una victoria de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno ha conseguido una respuesta conjunta de la Unión Europea tras el órdago del Aquarius. El problema es que esa respuesta, instalar plataformas de desembarco en el lado africano del Mediterráneo, tiene poco de solidaria y responde básicamente a los intereses de Italia y Alemania, con opiniones públicas muy desfavorables en este momento a la llegada masiva de inmigrantes.
Habrá respuesta europea al debate migratorio. La reunión informal del domingo intentará apaciguar los ánimos después de dos semanas tensas en el seno de la Unión. Italia es el país que ha hecho saltar por los aires el funcionamiento más o menos establecido con los flujos migratorios. El nuevo gobierno italiano sigue coordinando operaciones de rescate en el Mediterráneo, pero se niega a aceptar a esos inmigrantes en sus puertos. El Aquarius fue el pionero. España reaccionó ofreciéndose a acoger el barco. El ministro italiano, Matteo Salvini, ha vuelto a anunciar que no aceptará la entrada de 224 inmigrantes rescatados por una ONG alemana.
Los contactos de Juncker con los principales gobiernos europeos se han acelerado en las últimas. Es cierto que Salvini representa a una formación xenófoba como a Liga Norte. Pero Bruselas sabe también que una de las tácticas actuales de las mafias del tráfico de personas es La intervención de Alemania ha sido, como siempre, decisiva. Y la cuestión fue parte de los acuerdos de la reciente cumbre franco alemana entre la canciller Angela Merkel y el presidente de la República, Emmanuel Macron. La inmigración estaba amenazando la coalición del partido de Merkel con su aliado en Baviera, que teme perder las elecciones estatales ante la formación de ultraderecha AfD el próximo mes de octubre.
Desembarco fuera de Europa: un parche
La salida que se va plantear este domingo es, según algunos expertos consultados, un parche. La Unión Europea pretende instalar las plataformas de desembarco de inmigrantes en origen, es decir en suelo africano y no europeo como hasta ahora. La idea es que estas personas sepan de antemano si podrían acogerse al estatus de refugiados o algún tipo de asilo en Europa antes de arriesgarse a cruzar el Mediterráneo.
La otra medida que se discutirá el domingo, según ha explicado el comisario europeo de Migración y Asilo, Dimitris Avramópulos, es la de fomentar acuerdos de repatriación a los países de origen, así como mayores esfuerzos financieros y de reasentamiento. "Nos gustaría intensificar nuestra relación con estos países, en especial con Argelia, Egipto, Libia, Túnez, Níger y Marruecos", ha dicho comisario.
Esta es una política que España puso en marcha en solitario y sin ayuda del resto de Europea en 2007, con la oleada de cayucos en las costas canarias. Sánchez discutirá de todo ello en las reuniones previas que mantendrá con Macron y Merkel antes de la mini cumbre europea.
Avramópulos ha asegurado que pondrá rápidamente una nueva legislación para "transformar" la guardia costera y de fronteras de la UE en una "verdadera" policía fronteriza europea, y convertir además a la Oficina Europea de Ayuda al Asilo (EASO) en una "auténtica autoridad europea de asilo". El objetivo es "conducir evaluaciones en las fronteras y ayudar a las autoridades rápidamente a identificar quién tiene derecho al asilo y quién tiene que ser devuelto".
Sánchez puede apuntarse el tanto de haber sacudido algunas conciencias europeas en su primera semana al frente del Gobierno. La acción de España aceptando el Aquarius tuvo una repercusión mundial. El jefe del Ejecutivo puede presumir de haber forzado en cierto modo esta mini cumbre y algunas soluciones conjuntas a la crisis que ha desatado Italia.
Críticas de Podemos a Borrell
Lo que le va a costar más a Sánchez es defender la medida de las plataformas de desembarco fuera de Europa. Podemos, por ejemplo, ha calificado la medida de insolidaria y contraria al derecho humanitario". El secretario general del partido morado, Pablo Iglesias, exige a Sánchez que en la cumbre informal de este domingo se "oponga" y exija "una reforma del Reglamento de Dublín para un sistema de acogida europeo comprometido y justo".
"No puede de ninguna manera aceptar las propuestas del Consejo Europeo de seguir militarizando las fronteras y externalizando la política migratoria en países terceros", ha dicho.
Podemos ha sido especialmente crítico con la postura del ministro de Exteriores, Josep Borrell, que se muestra abierto a estudiar la implantación de dichos centros. "Desde Podemos rechazamos esta propuesta que viene marcada por Merkel, Macron y la presidencia austriaca del Consejo de la UE, asumiendo los dictados más inhumanos de la extrema derecha de Salvini (Italia), Le Pen (Francia) y Orbán (Hungría)", dicen.