Carles Puigdemont continúa internacionalizando el 'procés' desde Bruselas. Un día después de declarar ante la Fiscalía belga -ante la que tendrá que comparecer el próximo 17 de noviembre junto a los cuatro exconsellers que permanecen en el extranjero con él- y de ser puesto en libertad provisional con medidas cautelares, el expresident ha publicado una columna en el diario británico 'The Guardian' en la que avisa de que no se rendirá en sus aspiraciones y vuelve a pedir a la comunidad internacional una solución política y una "justicia real" para el problema catalán.
"Puede que decir esto resulte incómodo para aquellos que han apoyado de forma acrítica e incondicional al gobierno de Mariano Rajoy, pero defenderemos nuestros derechos hasta el final. Porque nos estamos jugando mucho más que nuestro futuro personal: nos estamos jugando la democracia", advierte, alegando que el Ejecutivo ha cometido "abusos inaceptables" en las últimas semanas para los que pide un "escrutinio desde el extranjero".
En el texto, en el que el expresidente defiende que el independentismo siempre se ha comportado de forma no violenta y dialogante, Puigdemont recuerda el apoyo recibido por JxSí en los comicios autonómicos de 2015, insistiendo en la idea de que, tras estas elecciones, existía una "clara mayoría a favor de la independencia de Cataluña". "72 escaños frente a 135. Sólo 52 de los 135 escaños correspondían a candidatos que rechazaban de forma explícita la idea de un referéndum de independencia", enumera Puigdemont, incluyendo en el cómputo a Catalunya Sí Que Es Pot, partidaria de una consulta pactada en la comunidad autónoma.
"Los votantes que nos apoyaron sabían en todo momento cuál era nuestro objetivo. Sin embargo, dos años después de esas elecciones se nos acusa de sedición, conspiración y rebelión por cumplir con un programa electoral que nunca ocultamos", sostiene el expresident, que lamenta la "imposición" de una agenda política "que no tiene nada que ver con la voluntad de la mayoría".
Dos años después de esas elecciones se nos acusa de sedición, conspiración y rebelión por cumplir con un programa electoral que nunca ocultamos"