El mundo del deporte no es ajeno a la situación política y social que vive Estados Unidos con el nombramiento del presidente Donald Trump. Y al igual que Hollywood o los 'techies' de Silicon Valley han mostrado su rechazo al dirigente y a sus políticas sectarias.
El último en pronunciarse ha sido el atleta británico Mo Farah, campeón olímpico que reside en la ciudad de Portland, en el estado de Oregón, desde hace seis años. El hombre que conquistó los oro olímpicos en 5.000 y 10.000 metros tanto en Londres 2012 como en Río 2016 ha asegurado que "las medidas de Trump contra los inmigrantes vienen desde "la ignorancia y el prejuicio. El 1 de enero de este año, su Majestad la Reina me nombró Caballero, y el 27 de enero, Donald Trump parece haberme convertido en un alien".
Farah, nacido en Somalia, llegó al Reino Unido cuando era niño, como ciudadano británico. Sin embargo, su país de nacimiento se encuentra entre los siete señalados por Trump para establecer restricciones de inmigración. El atleta de 33 años reside en Portland donde entrena, paga sus impuestos y cría a sus cuatro hijos junto a su esposa desde 2011.
El 1 de enero de este año, su Majestad la Reina me nombró Caballero, y el 27 de enero, Donald Trump parece haberme convertido en un alien"
"Es realmente alarmante que vaya a tener que decirle a mis hijos que su padre puede que no vuelva a casa, explicarles que el presidente ha introducido una ley basada en la ignorancia y el prejuicio", declaró.
Farah se convierte así en el último rostro visible de una corriente encabezada por varios jugadores afroamericanos de la NBA que denunciaron que el presidente "humillaba a las mujeres" negando, como Trump dijo, que en los vestuarios de los jugadores profesionales se utilizase un lenguaje zafio y machista. LeBron James, estrella de los Cleveland Cavaliers, campeones de liga, y mejor deportista del año en Estados Unidos para la revista Sport Illustrated, fue el primero en significarse contra Trump.
Entrenadores como Gregg Popovich (San Antonio Spurs) y Stan Van Gundy (Detroit Pistons) afirmaron "sentirse avergonzados" porque la mitad del país había elegido a un candidato que ofendió a todos los sectores de la sociedad.
Otro deportista muy relevante, el quaterback de los San Francisco 49ers, Colin Kaepernick, el hombre que se negó a levantarse en el himno estadounidense como protesta por el racismo existente, ha calificado de "vergüenza" y "desgracia" para Estados Unidos la elección de Trump. El próximo fin de semana se juega la Superbowl, un deporte muy seguido por el nuevo presidente, y no se descarta que se produzcan protestas masivas y gestos en su contra por parte de algunos deportistas. Falcons y Patriots protagonizarán la final.