El Barcelona empató 1-1 en el campo del Real Betis en un mal partido de los culés, que nunca hallaron el rumbo para superar a un buen conjunto verdiblanco, y en el que el uruguayo Luis Suárez salvó los muebles con un gol en el minuto 90 para igualar un choque en el que los béticos fueron mejores.
El Betis, tras una buena primera mitad, se fue arriba ante el mal juego del rival, tuvo más ocasiones que los azulgranas y se adelantó por medio de Álex Alegría a un cuarto de hora del final, tras lo que el Barça atacó en tromba, reclamó sin éxito un 'gol fantasma' y empató 'in extremis' con un oportuno tanto de Luis Suárez.
El Barcelona, que no perdía en el Villamarín desde 2008, no podía fallar si quería seguir la estela de los dos primeros, Real Madrid y Sevilla, y llegaba al feudo bético en buena forma, clasificado para la semifinal de Copa -donde ya le espera el miércoles el Atlético- y con cinco triunfos seguidos: tres coperos y dos en Liga.
Quizá por esa cita copera y para refrescar a su equipo, que sigue sin los lesionados Iniesta, Rafinha y Busquets, el técnico azulgrana, Luis Enrique Martínez, introdujo muchos cambios en el once con Aleix Vidal y Digne en los laterales, Mathieu en la zaga con Piqué y en el medio campo el croata Ivan Rakitic con el turco Arda Turan y Denis Suárez.
Aún así, mantuvo a su temido tridente (Messi, Luis Suárez y Neymar) y dio descanso a Mascherano, Jordi Alba, Sergi Roberto, Umtiti o André Gómes, a los que dejó en el banquillo ante un Betis con muchas bajas (Joaquín, Brasanac, Jonas Martin, Felipe Gutiérrez, José Carlos y Sanabria) y que, pese a ello, salió a dar batalla.
Su técnico, Víctor Sánchez, hizo debutar a sus últimos fichajes, el defensa rumano Alin Tosca y el mediocentro Rubén Pardo, recién llegados, y apostó por una zaga de tres centrales y dos carrileros, un medio campo presionante pero con salida de balón con Petros, Pardo y Dani Ceballos, y arriba Álex Alegría y Rubén Castro.
El choque empezó con intensidad y un primer aviso de Dani Ceballos con un tiro lejano que Ter Stegen paró sin problemas. El Barcelona, con Denis Suárez muy activo en la creación y el tridente ofensivo siempre atento a cualquier balón de gol, pareció tener prisas y gozó de una primera opción por medio de Luis Suárez, pero se le interpuso despejando a córner el argelino Mandi.
La precipitación lastró al equipo azulgrana, que, sin chispa ni frescura, desplegó un juego lento que favoreció la enorme presión y el gran trabajo de un Betis que no se quedó ahí, sino que le plantó cara al rival y tuvo varias llegadas, con el danés Durmisi vertical por la izquierda y la conexión Rubén Pardo-Ceballos en el medio.
El Betis fue comiéndole terreno a un aletargado Barça y tuvo más ocasiones, como un disparo flojo de Rubén Castro que detuvo Ter Stegen, tras un grave fallo defensivo culé antes del primer cuarto de hora, o poco después un tirazo de Ceballos que el alemán abortó con un paradón y un balón suelto en el área al que no llegó Castro.
El Barça estuvo desaparecido en muchas fases ante la gran presión y motivación de los béticos, jugó a ráfagas y no supo conectar con peligro en ataque con su trío de estrellas. Aún así, Neymar gozó de la opción más clara tras un genial pase de Messi, muy intermitente, pero el paradón de Adán evitó el gol a ocho minutos del descanso.
También lo tuvo el uruguayo Luis Suárez, pero Mandi le robó el balón e impidió su 'mano a mano' con Adán, con lo que se llegó al intermedio con 0-0 y una imagen muy discreta de los barcelonistas.
En la reanudación, después de que el Betis se hubiera vaciado en una muy buena primera mitad, no pareció cambiar el guión. Aunque los de Luis Enrique intentaron salir con más brío y rapidez, y pudieron marcar a los siete minutos en un remate que Aleix Vidal cruzó en exceso, nunca se encontraron cómodos ante la perseverancia bética.
Los verdiblancos, muy ordenados e intensos, con mucha ambición y una presión asfixiante, siguieron llevando el control ante un Barça que, lejos de reaccionar, se mostró vulnerable atrás y fue incapaz de someter a su rival, más combativo y con las ideas más claras.
Además, los catalanes adolecieron de convicción y pólvora en ataque, con Leo Messi totalmente perdido, sin marcar la diferencia y sin que sus compañeros tampoco fueran capaces de conectar con él, con lo que las ocasiones cayeron del lado bético, como en una falta de Rubén Pardo o un disparo de Alegría en los diez primeros minutos.
Ante la deriva de su equipo, Luis Enrique movió ficha al sacar al campo al portugués André Gómes por Denis Suárez, primero, y a Jordi Alba por Digne y Sergi Roberto por Arda Turan en un doble cambio poco después. Así, Aleix Vidal pasó del lateral al extremo derecho.
Pero de poco le sirvió, pues el Betis continuó con el mando del choque, más vertical y peligroso que un Barça sin rumbo para buscar el gol y complicarle las cosas a los locales, que avisaron superado el ecuador de esta mitad con un tirazo de Dani Ceballos al larguero y un tiro raso de Rubén Castro que dio en el poste derecho del marco azulgrana.
Fue la antesala del 1-0, logrado a un cuarto de hora del final por Álex Alegría al recoger un mal despeje de la zaga visitante en un córner, lo que premiaba los méritos del Betis.
El Barça se fue arriba a la desesperada y rozó el empate dos veces, pero primero Mandi sacó el balón cuando se colaba en el 76, en un acción en la que los azulgranas reclamaron que el balón había entrado, y dos minutos después cuando el mismo defensor evitó el gol sobre la línea tras un despeje de un compañero hacia su portería.
Sin embargo, los barcelonistas no se rindieron, tocaron a rebato y en el minuto 90 encontró su premio al hacer la igualada a última hora Luis Suárez, que aprovechó una pérdida del verdiblanco Nahuel para salvar un punto tras un mal partido de los culés.