Javier Fernández convocará en breve al consejo territorial, el foro presidido por Susana Díaz que reúne a todos los barones, para intentar llegar a una decisión colegiada sobre los principales retos que encara el PSOE. El presidente de la gestora ha admitido que cualquier decisión que tome su partido implica un desgaste, tanto si apoya la investidura de Mariano Rajoy como si fuerza con su negativa la convocatoria de nuevas elecciones.
Fernández, uno de los dirigentes socialistas más respetados en el partido, ha recordado que hay una resolución del comité federal, aprobada en diciembre, que impide apoyar a Rajoy u otro candidato del PP, al igual que pactar con los independentistas. Cualquier decisión en contra, tendrá que pasar por otro comité federal, que se prevé celebrar de aquí a 15 días. Fernández no se plantea que el grupo parlamentario socialista rompa la disciplina de voto cuando éste se decida, por lo que una de sus prioridades será, en efecto, garantizar la cohesión en el Congreso de los Diputados y en el Senado. No es descartable que en las direcciones de ambos grupos haya cambios a partir de mañana.
Fernández dice que no tendrá problemas en reunirse con Rajoy sólo si éste le llama
El presidente de la gestora no llamará a Mariano Rajoy, pero ha subrayado que si él lo hace, no tendrá problemas para reunirse con él. También tiene previsto hacerlo con los grupos parlamentarios dado el poco espacio de tiempo, hasta el 31 de este mes, que hay para evitar nuevas elecciones. La cúpula que rige en el PSOE hasta la celebración del próximo congreso ha decidido nombrar portavoz a Mario Jiménez, brazo derecho de Susana Díaz en Andalucía. Desde la gestora, Fernández se ha comprometido a tender puentes con todas las federaciones para superar el bloqueo al que ha conducido al partido el enfrentamiento interno. "La desconfianza entre nosotros nos ha colapsado, también los ciudadanos han reflejado que desconfían de nosotros a través de su voto en los últimos procesos electorales", ha admitido en tono de autocrítica.
La ambigüedad, nota dominante
De momento, ninguna federación socialista se atreve a levantar la voz para defender en alto la investidura de Mariano Rajoy, a la espera de que la presidenta andaluza emita algunas señales. El emplazamiento que le hizo Pedro Sánchez a Susana Díaz para que aclarara su postura antes de presentar su dimisión sigue sin respuesta. Hoy ha criticado a Mariano Rajoy, pero no ha despejado si apoyará o no que siga en La Moncloa. La ambigüedad, pues, sigue siendo la nota dominante del conjunto de la organización socialista, a la vista de las dificultades que encontraría en la militancia aceptar de sopetón que en esta nueva etapa, nada más producirse el desalojo de Sánchez de Ferraz, el candidato del PP tiene vía libre para ser investido presidente.
Durante la reunión de la gestora se ha conocido el anuncio, vía Twiter, de Pedro Sánchez de que no dejará el escaño por compromiso con sus electores y continuará, pues, como diputado en el Congreso.
En la gestora que esta mañana ha arrancado su trabajo se sientan, además del asturiano Javier Fernández, el hombre fuerte de Susana Díaz en Andalucía, Mario Jiménez, la exconsejera de Medio Ambiente de la Junta, María Jesús Serrano, los extremeños Ascensión Godoy y Soraya Vega, además de otros representantes de las federaciones de Baleares, La Rioja, la Comunidad Valenciana, Cantabria y Canarias.
Pedro Sánchez ha anunciado que no dejará su escaño "por compromiso con sus electores"
Estos diez miembros de la cúpula provisional del PSOE estuvieron ayer en contacto con los responsables de los diferentes territorios para que de la reunión de hoy saliera un mensaje, aunque sea artificial, de unidad, en un momento en el que el partido está obligado a tomar decisiones difíciles que conciernen no solo a la actitud que tendrá que tomar ante la investidura de Mariano Rajoy sino también ante la renovación de las direcciones de los grupos parlamentarios en el Congreso y el Senado.
En este contexto de dificultades para los socialistas, el expresidente de Castilla-La Macha José María Barreda ha advertido de que si Rajoy pone precio a la abstención socialista en la investidura, se puede equivocar ya que el PSOE no puede permitir dar este paso de cualquier manera.